Liu Ming es un experto en Feng Shui que vive y trabaja en un loft de 100 m2; en este espacio abierto él hace sus clases a casi 30 personas tendiendo que mover sus muebles para dejar espacio a los estudiantes. Al mismo tiempo, se hacía un espacio demasiado vasto y abierto para habitar el resto del tiempo. Con la ayuda de Spaceflavor, una oficina de arquitectura que guía sus proyectos por el Feng Shui, Ming diseñó una unidad móvil, una vivienda mínima, que contenía todo lo que necesitaba para dormir, estudiar y meditar y se basó en los principios del ying y el yang, como una manera de equilibrar su vida personal y profesional.
Los materiales del módulo son acero y madera contrachapada, prefabricados con las medidas justas para entrar por la puerta principal de la casa y fue montado dentro de ella. El marco de acero fue montado sobre cuatro ruedas de alta resistencia y los paneles de madera fueron encajados en el cubo.
Toda la madera usada en el proyecto fue certificada por el FSC, libre de formaldehído (compuesto inflamable) y cubierto con laca natural. En la planta baja se dispuso una cama simple y un espacio de estudio. Las escaleras esconden cajones y llevan al segundo nivel de meditación y salón de té.
Trabajando bajo los principios del ying y el yang y el movimiento, uno de los lados del cubo se usa para dormir y el otro para trabajar. Las ruedas permiten al cubo orientarse hacia direcciones favorables según el calendario lunar chino.
Sus tonos translúcidos, una pantalla shoji y paneles de acrílico esmerilado permiten filtrar la luz del día a través del cubo y dan al interior una sensación de privacidad, mientras que en la noche se ilumina como una linterna.
La estructura puede ser fácilmente desmontable y trasladarse a una nueva ubicación, si es que Liu Ming debiese moverse de su departamento de Oakland.
Vía Inhabitat
