Lugares Comunes / Oficina Informal

© Laura Rico

Arquitectos: Oficina Informal: Antonio Yemail + Juan Carlos Yepes Ubicación: Iglesia de San Francisco, Cll 13 – 35. Bogotá D.C., Colombia Intervención y concepto Artístico: Tatzu Nishi Categoría: Instalación temporal Cliente: Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte. Alcaldía de Bogotá Socio estratégico: Fundación Thrida Construcción: Oficina Informal Diseño Estructural: Jorge Mario Cueto Baiz Estructura: MMC Construcciones Miguel Morales C./ COLREJILLAS Andamios: Equipos Gleason, Serrano, Gómez Construcción Seca: MMC Construcciones Miguel Morales C/ Jair Rojas Colaboradores: Ingrid Duarte, Juliana Jiménez Área construida: 16m2 Año Proyecto: 2009 Fotografías: Laura Rico Piñeres

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Lugares Comunes: Diseño y construcción de la instalación “los escalones más cercanos al cielo” de Tatzu Nishi

El proyecto nace como una iniciativa de la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá  que pretende sacar el arte contemporáneo de los circuitos tradicionales y convertir a la ciudad en un gran escenario de encuentro entre los distintos públicos, el arte y las reflexiones sobre la vida citadina. Para esto lanza “Lugares  Comunes”, un programa que reúne diez intervenciones efímeras de artistas colombianos y extranjeros en distintos puntos de la ciudad. Estos artistas, a su vez,  deben  construir un intercambio con estudios creativos locales que permitan viabilizar sus proyectos.

Casa para un artista

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En octubre de 2009 fuimos contactados con la idea diseñar y construir un proyecto de una “casa voladora” para el artista japonés Tatzu Nishi. Gran parte de su obra tiene que ver con la creación de nuevos contextos en torno a estructuras urbanas como monumentos públicos,  elementos del mobiliario urbano o algunos rasgos particulares de la arquitectura.  En una visita fugaz por Bogotá,  Nishi seleccionó la torre de la Iglesia San Francisco para la intervención, un importante hito de la arquitectura colonial de la ciudad situado en uno de los entornos históricos más significativos. Para ese momento la idea estaba planteada como la construcción de un espacio doméstico que albergara el reloj de la fachada frontal.  Días después recibimos un correo de Tatzu con dos fotos de la iglesia trastocadas con dibujos de una estructura flotando, ya no sobre la fachada sino por encima de la iglesia.

Para Nishi su trabajo terminaba con la propuesta de una instalación que  “construyera nuevos ámbitos, en donde los ciudadanos, literalmente, se acercan de otra manera al patrimonio histórico, renovando sus significados y haciendo visible su dimensión histórica”.  Para nosotros suponía el comienzo de un proyecto muy indefinido que quisimos asumir, ironizando ese ejercicio clásico  para los estudiantes de arquitectura, como el diseño de una “casa para un artista”. Y es que finalmente la tradición modernista establecía que proyectar viviendas ofrece mejores oportunidades de experimentar, investigar y verificar nuevas ideas. En este caso, una vivienda temporal, a 30 metros de altura y de acceso público.

Elevacion 2

Lo primero fue vincular la idea de este proyecto con algunas de las líneas de investigación activas en nuestro trabajo, como la vitalidad de lo cotidiano o la exploración de la baja resolución. Cuando hablamos de vitalidad nos referimos a la instancia relacional que puede escribir el proyecto de arquitectura con la realidad, al número de relaciones sociales y naturales que propone, al número de encuentros que es capaz de generar, al tipo de usos y usuarios nuevos que inventa y a la capacidad de decisión que sobre esa realidad les entrega.

Para resolver la forma de esta vivienda y la manera de construirla partimos de una observación simple de lo más cotidiano, de la energía de lo disponible. Esta forma optimista de abordar el marco de las restricciones naturales a cualquier proyecto la hemos denominado “acciones en baja resolución”. Esto quiere decir que poner en valor lo cotidiano, revitalizar lo ordinario o tratar de convertir en un dato más la imperfección es nuestra forma de adaptarnos a la accidentalidad y la burocracia que anteceden la mayoría de los procesos de nuestra sociedad.

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La cosa está muy mala

Empezamos por resolver las circulaciones del proyecto,  sabiendo que al mismo tiempo esta situación definiría la forma de construirlo. Pensamos en los andamios como un sistema eficiente y estandarizado para obtener torres con escaleras. Evaluamos distintas alternativas de andamios a partir de dos premisas básicas: la estabilidad a 30m de altura y la imposibilidad de fabricar anclajes fijos contra la torre. Seleccionamos andamios de acero CR estructural de 1.50m por 2.10m que, aunque menos flexibles que los andamios multidireccionales, son más resistentes y estables (30cm más anchos y 60cmsmás altos) que los corrientes. Según el modelo estructural, para conseguir una torre auto portante de 18 secciones debíamos consolidar un núcleo de 4 marcos y 3 crucetas por nivel con contrapesos a nivel de piso.

Por tratarse de un inmueble de conservación arquitectónica y patrimonio nacional existía una norma básica: la casa no podía tocar la iglesia. Así que el siguiente tema era definir un sistema estructural que ensamblado a la torre de andamios soportara un vivienda de 5 x 5 x 3.20m (más una considerable carga viva) y no transmitiera carga por los muros de la construcción original. Tras considerar distintos modelos estructurales asumimos una solución radical si tenemos en cuenta las restricciones de tiempo y presupuesto: fabricar una plataforma metálica que funcionara como voladizo por encima de la torre del templo.

Cortes

Me encanta tu obra

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Diseñamos una plataforma prefabricada de 4.5x 8m con uniones pernadas de tal manera que los perfiles fueran susceptibles de reutilizarse. Por la complejidad del montaje optamos por ensamblar la plataforma en situ y elevarlas a través de una grúa ph hasta el punto de unión con los andamios, en donde se soldaría con rótulas de seguridad diseñadas especialmente. El principio de equilibrio de esta plataforma se basaba en la instalación de dos toneladas de contrapeso en el extremo opuesto a la vivienda.

Una vez instalada se fabricaron cerramientos de construcción en seco y cubierta en lámina galvanizada. Según lo acordado con Tatzu, en el interior del espacio se construiría el simulacro de un espacio doméstico tradicional con sillones, mesas, lámparas y cuadros que no solo descontextualizara a los visitantes, sino que pudiera diluir la presencia de la cruz como única referencia presente de la iglesia. Para unificar toda la intervención optamos por pintar los muros exteriores, los andamios y la plataforma con anticorrosivo azul.

Planta
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En noviembre de 2009, después de  4 semanas de diseño y construcción simultanea, la obra fue abierta al público.  El proyecto fue visitado de manera gratuita por más de 6000 personas durante tres semanas (una más de los esperado) en horario de 10 de la mañana a 4 de la tarde. Toda una virtud para experimento de pequeña escala.

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Pd: Si se está preguntando cómo logramos convencer a los sacerdotes de la comunidad responsable de que  prestaran la iglesia para esta instalación, la respuesta es más simple de lo que parece: ¡un acuerdo de mantenimiento de la cruz y la posibilidad de que fueran ellos las primeras personas en subir!

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Sobre este autor/a
Cita: Karina Duque. "Lugares Comunes / Oficina Informal" 01 abr 2011. ArchDaily en Español. Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/02-82296/lugares-comunes-oficina-informal> ISSN 0719-8914

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