El estudio de diseño tailandés Apsotrophy, hace ya algún tiempo, realizó un proyecto de instalación llamado “crack da code” para la empresa SCG- Siam Cement Group, donde el lugar de exhibición fue el Festival de Diseño en Bangkok del año 2010. Sin embargo, lo interesante de este proyecto, es el cómo utiliza la iluminación a partir de la repetición de una forma, para crear así una gran representación.
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Por naturaleza, el ojo humano es sensible a la luz blanca lo cual viene produciendo el efecto psicológico de una sensación de alerta. Ya que “Crack de code” no tiene algún uso directamente funcional, sirve como un ejemplo excepcional de como marcar una conección psicológicamente positiva hacia el espectador en cuanto se confronta con los árboles de luz. Es así que la instalación se vuelve un espacio de juegos, y un punto de referencia en movimiento durante el evento.
Además, la cercanía de esta instalación lumínica que tenía junto al agua, provocaba en ella contrastes y reflejos producidos por la luz, logrando en cierta perspectiva de continuidad del proyecto desde lo tangible hacia lo irreal. Esto se debe, principalmente a que las ondas de luz son refractadas en el agua, pues se desvían los rayos luminosos sobre la superficie de agua.
La instalación está formada por 22 tubos verticales de pie con dos ramas horizontales en la parte superior, uno junto al otro, creando un espacio en forma de árbol. La materialidad de estos se basa principalmente en tela de color blanca, por donde se traspasa la luz y hace brillar el entorno.
Enfocándonos más sobre el mecanismo de esta instalación, la instalación de las estructuras verticales son sostenidas por un mecanismo de soplado lateral de alta presión, que los permite mantenerse en pie y que no cambien ni desvíen su forma.
Durante el día los pilares forman juegos de sombras, mientras que en la noche, son iluminados en su interior, transformándose en patrones de luz.
Cada instalación lumínica toma uno o varios variables para conjugarse con la iluminación. En este caso se toma el material, escala, colores, y principalmente, la forma del objeto como variables que potencían la luz. El resultado es una instalación dinámica, interactiva y experiencial.
