RECINTOS
DE LUZ
Nuestro
primer objetivo fue entender la vivienda existente - un espacio fragmentado en
estancias pequeñas y con poca luz - como un recinto único y luminoso. Para ello
decidimos potenciar sus posibilidades de iluminación aprovechando las dos
únicas fuentes de luz existentes: la galería orientada a norte y tres pequeñas
aberturas a este y oeste perforadas en los gruesos muros de piedra. Por un
lado, la casa se abre hacia la galería, incorporando la luz y las vistas del
paisaje del casco histórico en el interior de la vivienda. Por otro, las
pequeñas ventanas existentes se perciben de forma simultánea, creando así un
espacio con una luminosidad agradable y cambiante a lo largo del día.
DENSIFICAR
EL ESPACIO
A
partir de estas nuevas condiciones, la casa se configura como una colección de
espacios con un carácter específico y puestos en continuidad de modo que todos
se beneficien de la relación entre las diferentes fuentes de luz. Las distintas
estancias se formalizan por articulaciones y dilataciones del espacio a través
del diseño del mobiliario. De este modo existe siempre un primer plano, el de
la estancia, y un segundo y tercer plano de las estancias sucesivas, que
otorgan densidad y profundidad al espacio.
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