Opinión: La arquitectura no debería de costar vidas

¿Es más peligroso ser un soldado o un trabajador de la construcción? Sorprendentemente, es esto último. De acuerdo con un informe reciente en The Guardian, 448 soldados británicos han muerto en Afganistán desde 2001. En el mismo período, 760 trabajadores de la construcción murieron en obras británicas.

La vida es barata en el extremo sucio de la arquitectura y no sólo en el Reino Unido. El número de víctimas mortales de trabajadores en gran parte inmigrantes del subcontinente indio importados para implementar las ambiciones arquitectónicas de Qatar, sobre todo los estadios para la Copa del Mundo de 2022, ha sido objeto de mucha discusión. Y con razón - más de 400 trabajadores de la construcción de la India y de Nepal murieron en Qatar en 2013, y la Confederación Sindical Internacional (ITUC) ha advertido que hasta 4.000 trabajadores más pueden morir antes del primer partido en 2022.

Si 400 personas perecieran en un accidente aéreo, habría investigaciones exhaustivas sobre la seguridad de las aeronaves, se aprendería de los errores y se implementaría estrategias de mejora. También habría una sensación palpable de pérdida y de responsabilidad. Pero una fatalidad aquí y allá en un sitio de construcción a lo largo de un período de tiempo no tiene el mismo ímpetu perturbador.

Y, además, el show debe continuar; el tiempo es dinero, después de todo y el último proyecto superestrella no espera a nadie. Es sólo cuando las estadísticas se combinan que la medida del costo humano se hace tristemente aparente. "El diseño de los edificios en general no es muy peligroso", escribe Fran Tonkiss, pero la construcción de ellos puede serlo en extremo.

Es un tema emotivo, pero la pregunta debe hacerse: ¿cuál es la respuesta de los arquitectos a todo esto? A juzgar por la reacción de Zaha Hadid a las condiciones en Qatar, donde ella ha diseñado el estadio principal para la Copa del Mundo, es un encogimiento de hombros impotente. "No puedo hacer nada al respecto porque no tengo poder para hacer nada al respecto", ha sido citada diciendo, que es probablemente la verdad franca y deprimente.

Claramente, la manera que se regulan las obras de construcción y las condiciones de los trabajadores migrantes, ampliamente consideradas como trabajo obligado bordeando en esclavitud, son una cuestión para el gobierno de Qatar. Pero como Fran Tonkiss señala: "Si es cierto que los arquitectos no pueden hacer nada con respecto a la servidumbre por deudas y trabajadores muertos, ¿entonces no es el único poder que tienen el de no hacer nada más decidido en contextos laborales como éstos? ¿Qué es exactamente el deber de un arquitecto en este (o cualquier otro) contexto hacia las personas que construyen sus edificios? "

En cierto modo se trata de una autoridad moral a la antigua. Los arquitectos solían dirigir el equipo de construcción, pero han sido marginados progresivamente. Sin embargo, como instigadores y coreógrafos de la construcción, sin duda tienen un deber de cuidado y un poder de negociación colectiva que podría ir más allá del simple encogimiento indefenso. Lo que Tonkiss llama "técnica humana" del proceso de construcción debe ser tan importante como una preocupación fetichista de materiales y tecnologías. En última instancia, la arquitectura no debería de costar vidas.

Este artículo apareció por primera vez en The Architectural Review. Suscríbete aquí.

Sobre este autor/a
Cita: Slessor, Catherine. "Opinión: La arquitectura no debería de costar vidas" [Opinion: Architecture Should Not Cost Lives] 26 may 2014. ArchDaily en Español. Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/02-364469/opinion-la-arquitectura-no-deberia-de-costar-vidas> ISSN 0719-8914

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