Tres épocas en tres edificios. El pabellón Renaudin, una gran residencia burguesa del siglo XIX, se esconde a los pies de un cedro protegido; domina un parque en suave pendiente, junto al centro de la ciudad, herencia de los años ’80. El nuevo edificio proyectado por el estudio, se integra en esa parcela interpretando la lectura de este entorno privilegiado. Como primer acercamiento al programa del geriátrico, el estudio se libera de esquemas convencionales hospitalarios y de geriátricos, decidiendo aprovechar las posibilidades paisajísticas del lugar y el carácter de intercambio del programa. El proyecto se sitúa en la parte baja del parque, en el límite oeste de la parcela. Los vacíos entre los edificios son tratados en secuencia paisajística: jardines a la francesa para el pabellón Renaudin y una gran zona verde con pinos silvestres entre esta parte y el nuevo edificio. Una nueva circulación transversal Este-Oeste unirá a los edificios existentes. La agencia proyecta un edificio ancho, compacto para preservar el parque, compuesto por tres bandas orientadas Norte-Sur. Las dos primeras albergarán las habitaciones con vistas sobre el parque o sobre la ciudad mientras que la parte central contará con los usos comunes. Las fachadas sur estarán reservadas para los salones comunes, suspendidos sobre el paisaje, con espacios de televisión del lado del parque y de comedor en el lado de la ciudad. Las fachadas en vidrio estarán dotadas de terrazas de mantenimiento, protegidas por una malla de redondos de madera, evocando los invernaderos tropicales y áreas sombreadas. Una forma de escapar de la monotonía de un geriátrico, ofreciendo al programa y al lugar, una nueva juventud.
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