Fernando Castillo Velasco, a dos años de su muerte, seguimos aprendiendo

Pocas veces se conjugan en una misma persona las múltiples inteligencias que un ser humano debiera equilibrar con el fin de trascender en la sociedad en la que le tocó vivir. Y no me refiero sólo a los tipos de inteligencia que nos hacen buenos deportistas, músicos, matemáticos, escritores o científicos, sino que al tipo de inteligencia que permite entenderse a sí mismo y luego, entender a los demás, pudiendo de esta manera, generar un impacto positivo en su entorno. Por otra parte, son pocos los arquitectos que han sido capaces de traspasar los límites disciplinares, para fusionar su quehacer profesional con la política y la contingencia social de un país. Don Fernando Castillo Velasco a quien hoy recordamos a dos años de su muerte, fue uno de ellos, convirtiéndose en pieza clave de varios episodios de la historia reciente chilena.

La labor de Fernando Castillo Velasco nos dejó un tremendo legado. No sólo en el campo profesional, en el que destacó junto a sus socios Carlos Bresciani, Hector Valdés y Carlos Huidobro (oficina BVCH) con obras como la Unidad Vecinal Portales, la Universidad Técnica del Estado (actual USACH) y las Torres de Tajamar, que marcaron un hito en la cultura arquitectónica de nuestro país en los años 50 y 60, y más adelante al introducir en Chile el sistema de comunidades habitacionales. Su compromiso con la sociedad y el bien común, lo llevó a ocupar, en cuatro oportunidades, la Alcaldía de la comuna de La Reina y en 1994, la Intendencia de Santiago. Su vocación como docente le permitió, además, ser elegido Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile por la comunidad universitaria y ser uno de los fundadores de la Universidad ARCIS. Como si todo esto fuera poco, su aprecio por las artes y nuestra cultura local lo hizo ser uno de los principales aliados de Violeta Parra en el proyecto de la llamada "universidad del folclore", facilitándole a la cantautora un sitio para que ella instalara su conocida carpa en el sector de La Cañada.

En el año 2011, junto a alumnos y académicos de la Universidad San Sebastián, tuvimos la oportunidad de conocer de cerca a Don Fernando Castillo Velasco y ver en persona a quien para muchos de nosotros constituía un personaje mítico. Pese a su avanzada edad, demostró encontrarse completamente vigente y lúcido respecto de los temas de la contingencia nacional, justamente en un año en el que en Chile se levantaba uno de los más importantes movimientos estudiantiles de nuestra historia política.

En la circunstancia de ser invitado por una universidad privada, Castillo Velasco, quien en 1967 lideró cambios fundamentales en el sistema universitario chileno como único Rector elegido en la centenaria historia de la PUC, se dio el tiempo para entregar a la audiencia, compuesta en su mayoría por alumnos, palabras de aliento al movimiento social por la educación:

“Recibo este homenaje de una universidad privada en un momento simbólico en Chile, donde nuevamente se ha abierto una reflexión respecto sobre qué es y cómo debe realizarse la educación en todos sus niveles (…) Me parece muy razonable que los jóvenes estudiantes de hoy sean solidarios con sus padres y emprendan la lucha para exigir una mayor responsabilidad del Estado en el financiamiento de la educación, pues hoy es legítimo pensar que el Estado chileno se encuentra en condiciones de hacerlo”.

Fernando Castillo Velasco representa el concepto de “hombre contemporáneo”, entendiéndolo como aquel que no se encuentra cómodo en el tiempo que le tocó vivir y que  en lugar de deprimirse frente al panorama desolador, toma fuerzas desde la disconformidad para hacer propuestas contundentes en su entorno. Es a través de las acciones  que se manifiesta la esencia de las personas y  Castillo Velasco logró en su vida una coherencia perfecta entre la profesión, las posturas éticas, la participación política y la acción social. Su arquitectura es consecuente con los ideales de una sociedad más solidaria que apuntaba al bien común, a través del respeto y la revitalización de nuestra cultura.

Para Castillo Velasco, este concepto de solidaridad, es esencial al momento de construir mejores ciudades y sociedades que la habiten. Se trata de una solidaridad que busca, sin pretensiones ni espectacularidades, transformar el entorno próximo en uno más llevadero y de mejor calidad para todos. Las palabras que Fernando Castillo Velasco nos brindó aquella jornada, sirvieron de gran inspiración y reflexión respecto a lo que hacemos como arquitectos, profesores y ciudadanos. A dos años del fallecimiento de este gran maestro y a cuatro años del movimiento social que sacó a grandes y chicos a ocupar la calle para gritar sus demandas, me parece oportuno compartir algunas de las ideas que nos pudo transmitir:

"Quiero por último referirme brevemente a nuestra disciplina, la arquitectura que es y ha sido la pasión esencial que ha regido y rige mi vida. Estoy convencido de que las obras arquitectónicas chilenas pueden, y deberían, expresar de manera certera que es posible hacer arquitectura con raíces en nuestro suelo y en nuestra historia para, a través de esa creación espacial, poder reconocernos como miembros de una misma nación y dueños de un mismo suelo. 

No existe en todos los arquitectos y menos en la propia sociedad chilena, una cabal conciencia de que las obras arquitectónicas son los libros con que los pueblos van escribiendo su propia historia y transmitiendo a las nuevas generaciones su nivel y desarrollo cultural. No existe conciencia cabal de esta realidad y responsabilidad entre los arquitectos, me incluyo yo por cierto. Se pretende, más bien, construir monumentos personales olvidando que las obras tienen una persona, o varias, a quienes responder y una ciudad a la cual armonizar, conjugando su destino.

Cae pues, sobre la arquitectura, una parte de la responsabilidad en la construcción de una sociedad, donde primen los valores de la calidad de la vida por sobre la cantidad de objetos y cosas que se nos obliga a consumir. Es por cierto, un importante objetivo en la formación de los nuevos arquitectos, alejarlos de la visión que muchos tienen de que cada nueva obra es útil como un nuevo escalón en el prestigio profesional, y que se puede percibir sin inquietarse por la lectura que la sociedad chilena, en su conjunto, puede hacer de las obras que diseñamos y construimos en la ciudad que es de todos y para todos".

Sobre este autor/a
Cita: Pola Mora. "Fernando Castillo Velasco, a dos años de su muerte, seguimos aprendiendo" 18 jul 2015. ArchDaily en Español. Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/770461/fernando-castillo-velasco-a-dos-anos-de-su-muerte-seguimos-aprendiendo> ISSN 0719-8914

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