Georgina Sandoval: 'El resultado formal de un correcto diseño social siempre va a agradar más a la familia que a su arquitecto'

En el marco de la XX Bienal Panamericana de Quito 2016, tuvimos la posibilidad de conversar con la arquitecta mexicana Georgina Sandoval, quién fue invitada al evento como conferencista y jurado de la Categoría 'Hábitat Social y Desarrollo'. Radicada en Ciudad de México, la arquitecta y urbanista no sólo se desempeña como docente en la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, sino que además es Presidenta honoraria de Casa y Ciudad, organismo que opera como centro de asesoría y capacitación técnica para grupos organizados de escasos recursos en la periferia de la CDMX.

A través de esta experiencia, Georgina nos entrega una interesante visión sobre la enseñanza de la arquitectura y el rol de nuestra disciplina en la realidad de los sectores más vulnerables:

Un 'arquitecto social', por ponerle algún nombre, sólo va a poder ser eficiente en la medida en que establezca un dialogo y una relación con el usuario, sino mejor que se dedique a otra cosa.

Georgina Sandoval, durante la Bienal de Arquitectura de Quito 2016. Image Cortesía de BAQ 2016

¿Qué es para ti ser arquitecto hoy en día? O más bien, ¿por qué alguien querría ser arquitecto en la actualidad?

Me parece que es una profesión que se ha ido transformando, como todas las profesiones y como toda nuestra realidad en América Latina, donde hoy ser universitario, tener un título, tener una profesión, no es garantía absolutamente de nada.

Pensar que es posible que a través de tu profesión puedas vivir y que además es una profesión que te va a ayudar a resolver algo, me parece que también es algo que hay que revisar. Hace poco tuvimos un seminario en la UAM Azcapotzalco, que es la institución donde trabajo, y una de las conclusiones a las que llegamos es que resolver y tratar de enseñar arquitectura implica reconocer que hoy los profesores no sabemos todo. Por el contrario, nos toca empezar a entender que no sabemos muchas cosas y que esto implica asociarte, acuerparte, reconocer tu ignorancia, y acercarte a otros que tienen otra parte de la realidad. Y aquí capaz que viene una primera contradicción; porque al mismo tiempo que hay que reconocer que no sabes mucho, implica hacerte de muchos saberes que después hay que integrar.

Las disciplinas del diseño están obligadas a ser integradoras; integras los planteamientos conceptuales, la tecnología, todo alrededor del diseño, y aún así no es suficiente. Yo les digo a mis estudiantes que somos 'intentos de arquitectos', y por supuesto que me sumo, porque es intentarlo todos los días, es dar y hacer tu mejor esfuerzo, mostrar a otros que estas haciendo ese esfuerzo.

Por ejemplo, en el trabajo de las comunidades esto es vital; que la gente sienta que estás haciendo un esfuerzo, que sienta confianza, que se sienta cercano a ti, que sienta que le estás entendiendo. Todo esto es parte de toda esa vitalidad de compartir saberes, de lograr convertir todo en hechos que puedan ir trascendiendo.

Entonces, me parece que estamos frente a una profesión que todavía las universidades están definiendo de una manera muy rígida, como si siguiéramos en el siglo XX, pero ya estamos en el siglo XXI y seguramente en el corto tiempo a lo mejor hasta habrá que cambiarles de nombre a muchas de las disciplinas. Lo importante, me parece, es no perder la pasión por lo que uno cree, convencernos de que podemos hacer cosas por modificar la realidad de nuestros países.

Georgina Sandoval, durante la Bienal de Arquitectura de Quito 2016. Image Cortesía de BAQ 2016

Según tu punto de vista, ¿qué hace realmente 'sustentable' a un proyecto?

Yo creo que el concepto de sustentabilidad también es un concepto en elaboración, y lo más importante es pensarlo sustentable en el tiempo, sustentable en las relaciones que tiene que establecer con la naturaleza, con el lugar en donde se emplaza específicamente. Debe ser además sustentable en la relación social para que pueda establecer un conjunto de equilibrios.

En realidad creo que hemos hecho todo mal, y entonces hoy toca regresar a las cosas más sencillas. Toca regresar a reconocer los elementos cotidianos, como eso de poder voltear y mirar las estrellas, toca voltear y mirar el tamaño de la luna, y a partir de eso poder orientarnos, y de esa manera poder garantizar que las energías que estamos utilizando sean las energías que nos proporciona la misma naturaleza.

No debemos caer en excesos de búsquedas innecesarias simplemente por llevarlo a temas formales, cuando lo fundamental es poder resolver circunstancias de calidad de vida. Yo creo que si no hay resoluciones de calidad de vida, no estamos dando buenas soluciones.

Georgina Sandoval, durante la Bienal de Arquitectura de Quito 2016. Image Cortesía de BAQ 2016

¿Cómo financiar y concretar buenos proyectos de vivienda social en un mundo en donde generalmente se privilegia lo más barato?

Un tema tan delicado como puede ser el de la vivienda requiere de muchas sinergias, y una de las partes fundamentales de la sinergia es la participación pública. En el caso mexicano, un elemento fundamental es el subsidio -siguiendo el denominado "modelo chileno-, sin embargo, el estado y el gobierno no sólo es responsable de la relación que se establece entre la vivienda y la ciudad, también es responsable de los equilibrios entre los sectores público, privado y social.

Sí, una parte de la labor es el subsidio, pero tú debes convencer primero a la autoridad de que el subsidio tiene que sumar otras voluntades, y los 'acumulados' de quién va a habitar esa vivienda. Porque seguramente cualquier familia de sector social popular en América Latina ha venido realizando una actividad de prevención, es decir, a lo largo del tiempo ha acumulado materiales de desechos o comprado madera, ladrillos, incluso acero, y también en muchas de las vivienda, aunque hoy las veas de un sólo nivel, seguramente si preguntas, los cimientos fueron pensados para varios niveles.

Eso que han hecho las comunidades, lo que ha hecho esa familia, tiene un valor. Entonces, junto con el subsidio hay que sumar este valor, este acumulado que se puede calcular y que tienen en su haber las familias. Y otro tema que también hay que sumar es la disposición de la familia de participar en ese proceso de construcción. No necesariamente es auto-construcción, porque regularmente en las colonias populares lo que sucede es que la gente tiene el compadre, o el padrino, o el vecino que sabe de construcción, y entonces vas acumulando saberes y vas acumulando haberes, y eso va haciendo una suma que tiene que ponerse sobre la mesa.

Entonces ya tienes el subsidio, el ahorro social y a lo mejor te hace falta un poco de crédito. Una entidad de financiamiento va a estar interesada en prestarte mucho, pero tú que estás solicitando un crédito lo que quieres es que te presten menos para deber menos. Se entiende también que quién presta tiene un dinero que alguien le encargó para multiplicarlo, y lo va a multiplicar en lo medida en que lo preste. Pero no queremos que, a costa de una economía popular, se lleve a cabo una acción donde el que presta se va a convertir en un usurero. Entonces hay que encontrar un punto de equilibro para poder dar cuenta de algo que en México llamamos una "ejercicio en producción social de vivienda".

Cortesía de Georgina Sandoval

¿Podrías hablarnos del papel específico del arquitecto en este proceso?

Hay un componente que no hay que olvidar y que es el momento en que participa el arquitecto, quién seguramente habrá desarrollado un conjunto de referencias para poder establecer un dialogo, una comunicación, e incluso un ejercicio de diseño con los usuarios. Pero la vivienda popular, nueva o en mejoramiento, tiene muchas actividades y acciones previas, como tener un suelo, gestionar servicios, reconócerse en colectivo). Un 'arquitecto social', por ponerle algún nombre, sólo va a poder ser eficiente en la medida en que establezca ese dialogo y esa relación, si no mejor que se dedique a otra cosa.

El resultado final no es un resultado formal expresivo, llamativo y terminado, sino seguramente lo que vas a tener es un resultado que va a modificar la calidad de vida de quienes ahí habitan, sobre todo cuando la familia ya creció y los hijos entraron en edad de formar otra familia, entonces aparece la nuera, el yerno, los nietos, y necesitan otro espacio. Ese crecimiento no tiene porqué ser una vivienda terminada de aquí a mañana, sino que es un proceso largo que va a depender de la situación económica de la familia y de esa manera no los ahogas con un crédito a pagar en 30 años. Y seguramente el resultado formal va a estar más en el agrado de la familia, que del arquitecto que también querrá mostrarse en algún evento Bienal...

Cortesía de Georgina Sandoval
Sobre este autor/a
Cita: José Tomás Franco. "Georgina Sandoval: 'El resultado formal de un correcto diseño social siempre va a agradar más a la familia que a su arquitecto'" 20 dic 2016. ArchDaily en Español. Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/800458/georgina-sandoval-arquitecta-mexicana-el-resultado-formal-de-un-correcto-diseno-social-siempre-va-a-agradar-mas-a-la-familia-que-a-su-arquitecto> ISSN 0719-8914

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