Eileen Gray: la exploración autónoma de lo funcional y abstracto

Eileen Gray -Kathleen Eileen Moray Gray- es considerada como una de las más importantes diseñadoras de muebles y arquitectas de principios del siglo XX.

Trabajó principalmente fuera de la corriente general de la modernidad durante toda su carrera, primero aplicando a la técnica del lacado, luego como diseñadora de muebles y, finalmente, como un arquitecta autodidacta.

En un momento en que otros diseñadores eran casi todos hombres, y en su mayoría miembros de un movimiento u otro, ella permaneció incondicionalmente independiente. Su obra no se desarrolló alrededor de patrones claramente establecidos, sino que manifiesta el resultado de un proceso personal de investigación.

Eileen Gray fue una de las primeras mujeres en ser admitida en el Slade School of Art de Londres, donde se dedicó a la pintura en 1898 antes de someterse a un aprendizaje en un taller de laca. Después en 1900, Gray se trasladó a París con dos amigas de la Slade, Jessie Gavin y Kathleen Bruce, y continuó sus estudios en la Académie Julian y la École Colarossi. Luego de tener que volver a Londres, Gray se establece definitivamente en París en 1906, donde gracias a las enseñanzas del artesano japonés Seizo Sugawara, cultiva y perfecciona su técnica de lacado.

Como mujer, a Eileen Gray se le negó el acceso a las redes de apoyo de la que sus contemporáneos masculinos se beneficiaron. Tampoco tenía la ventaja de trabajar con un reconocido mentor, ni compartía una trayectoria con otros diseñadores, ya sea mediante el estudio en las mismas escuelas como la Bauhaus en Alemania, o como aprendiz en un estudio como Le Corbusier en París. Por lo contrario, tanto su entorno privilegiado, como su género, la dejaron aislada.

En 1913 fue cuando Gray consolida su reputación como representante del movimiento Art Decó, luego de su exposición en el Salon des Artistes Décorateurs en París. En 1919 le llega el encargo de su primer proyecto integral y diseña desde el panelado de las paredes, la decoración, la iluminación, hasta el mobiliario y las alfombras. Su innovación más interesante fue el uso de unos biombos de bloques lacados en negro utilizados para transformar el largo hall de entrada, donde formaliza una combinación entre escultura, arquitectura y mobiliario. El trabajo de Gray se distancia de lo meramente decorativo para adentrarse hacia una expresión más simple, funcional y abstracta.

Sus obras de arquitectura, las casas E.1027 (1926-1929) -residencia de verano para compartir con Jean Badovici, a orillas del mar, al sur de Francia, cerca de Mónaco-, y Tempe à Pailla (1932-1934), un espacio multiusos diseñado para poder vivir y trabajar, en Castella, son consideradas como verdaderas obras de incomparable calidad arquitectónica, alcanzada a través de una conjunción integral de todos los aspectos arquitectónicos, tanto interiores como exteriores.

Aunque el legado de sus muebles, espacios interiores y edificios sea reducido en número, su alta calidad demuestra una sensibilidad en la exploración e investigación de las formas apropiadas a cada uso, manejando tanto un elevado grado de conocimiento de las funciones anímicas del ser humano como de las tecnologías de su tiempo.

* Texto por Florencia Marciani, cortesía de Un Día | Una Arquitecta

Conoce la biografía completa de Eileen Gray aquí.

Sobre este autor/a
Cita: Florencia Marciani. "Eileen Gray: la exploración autónoma de lo funcional y abstracto" 12 dic 2017. ArchDaily en Español. Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/885182/eileen-gray-la-exploracion-autonoma-de-lo-funcional-y-abstracto> ISSN 0719-8914

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