Los arquitectos y diseñadores debemos evolucionar más rápido que nuestro contexto

En las últimas décadas la arquitectura y las profesiones relacionadas con el entorno construido han mantenido una actitud autista, que las ha separado de conversaciones relevantes, e impedido identificar oportunidades y nuevos territorios que conquistar. El futuro requerirá líderes con una visión amplia y renovadora de nuestro campo: hombres y mujeres líderes con la agudeza y las habilidades para identificar problemas reales provenientes en un espectro de campos más amplio que hasta ahora, capaces de transformarlos en oportunidades de negocio innovadoras, con capacidad de impacto y que conecten mejor con la sociedad, generando más valor.

La omnipresencia de la tecnología, la presión demográfica, el crecimiento urbano exponencial o las diversas amenazas ambientales están transformando cómo planeamos, entendemos e interactuamos con el espacio: en definitiva nuestro modo de vivir. Para afrontar este panorama debemos evolucionar más rápido que nuestro contexto. Los profesionales de la arquitectura y el diseño contamos con un talento excepcional como grupo. Tenemos capacidad para pensar en sistemas, combinamos de forma natural los enfoques creativos y propositivos con una buena capacidad analítica, y somos capaces de integrar factores muy dispares en una visión a largo plazo, lo cual nos convierte en buenos estrategas. Aprovechar este talento desde una perspectiva profesional mucho más amplia no significa olvidar el rol que hemos desempeñado tradicionalmente, pero requiere cuestionar el status-quo: como si de un árbol se tratase, cuanto más alto pretendamos llegar, más profundas deberán ser nuestras raíces.

Recordar las siguientes ideas puede servir como guía relevante en este interesante trabajo de redefinición:

Gestión: equilibrio para la innovación

Los mejores procesos creativos son a menudo divergentes y desestructurados. Sin embargo las empresas que los hacen posibles y el mundo que pretenden transformar requieren un conocimiento profundo de gestión empresarial, incluyendo estrategia, comunicación y desarrollo de negocio entre otros. Otorgarle a estos campos la importancia que tienen, nos conecta con una serie de herramientas que permiten canalizar mucho mejor nuestro potencial, e introducir dinámicas de trabajo positivas para el sector. Hoy en día y cada vez más, generar innovación en el diseño solamente es posible como resultado de un enfoque complementario, que aúne las actividades y motivaciones intrínsecas del diseño por un lado, con los principios y oportunidades que aporta el conocimiento empresarial y de los negocios.

La polivalencia del diseño espacial

Todavía hoy, los términos arquitectura, diseño o incluso planeamiento están asociados a la mera producción de espacios físicos, tangibles. Estamos fallando en nuestra misión de comunicar el potencial de las habilidades  de resolución de problemas complejos que implica el diseño espacial, que son directamente aplicables a muchos campos contemporáneos. La tecnología está generando algunas de las muchas oportunidades por venir, desde la utilización de datos aplicados a las ciudades, hasta el pensamiento sistémico que se requiere en plataformas y otros modelos comerciales digitales, o la necesidad de soluciones convincentes que integren espacios, servicios, datos, clientes y experiencias: una búsqueda que definirá muchos mercados y compañías en los próximos años.

Iniciativas como UnSense, el spin-off de UnStudio, están utilizando estas capacidades para perseguir oportunidades interesantes a medio camino entre la tecnología, la experiencia sensorial y el espacio físico. Si esperamos crear y responder a nuevas oportunidades, debemos entender por qué somos los profesionales adecuados para ello. Con esta perspectiva en mente, nuestro enfoque del diseño y nuestro trabajo adquieren más amplitud, lo cual es un paso importante para conectar mejor con la sociedad.

Impacto frente a la autoría 

Evolucionar más rápidamente que nuestro contexto y liderar en el entorno actual de cambio requiere mudar el modelo de producción y pensamiento basado en la autoría, tan extendido en las profesiones relacionadas con el entorno construido, por uno orientado al impacto. Poner el impacto en la cima de la escala de valores en nuestras organizaciones nos impulsa hacia formas de colaboración más sólidas y multidisciplinares, hacia un mayor sentido de propiedad de los profesionales sobre lo que hacen, un uso más eficiente de los recursos y estructuras más ágiles, capaces de crecer y adaptarse a la innovación y enfrentar desafíos.

Esto deriva directamente en un aumento de la capacidad creativa de las empresas. Los equipos responden menos a prejuicios y límites que los individuos, lo cual contribuye a generar, de nuevo, ideas que conectan mejor con la sociedad. En este enfoque, la autoría y la creación pertenecen esencialmente a los equipos y son valiosas únicamente en la medida en que contribuyen a que sus organizaciones adquieran un rol más amplio y significativo.

Colaboración y comunicación

Dentro del trabajo orientado al impacto caben más formas de concebir las profesiones relacionadas con el entorno construido, y una noción más amplia de lo que significa crear y distribuir valor. Debemos tener una ambición mayor que la de esperar pasivamente a recibir problemas previamente clasificados y delimitados (como edificios que construir), o la de seguir limitándonos a colaboraciones con disciplinas preestablecidas (como los clásicos consultores). Esta es una parte muy valiosa de nuestro sector pero también debemos apuntar a una participación en sistemas y oportunidades de trabajo más amplios.

Empresas como Design Intelligence, Shop Architects o Unsense trabajan en esta dirección con enfoques y equipos centrados en investigación de negocio, comunicación, el mercado inmobiliario o el desarrollo tecnológico, entre otros. Posicionarse con mayor ambición empuja de manera natural a las organizaciones y al sector hacia la necesidad de “hablar nuevos idiomas”: mejorar la comunicación a nivel interpersonal, empresarial y público o de toda la profesión.

Debemos trabajar por comunicar nuestras ideas a audiencias que conciben y resuelven problemas de formas muy diferentes a las nuestras. Debemos colaborar con ellos cercanamente. El desafío no reside solamente en traducir nuestras ideas, sino en aprender a pensar como ellos hasta cierto punto y a incorporarlos en el trabajo diario de nuestras organizaciones.  

Mentalidad emprendedora

Dado el contexto actual de cambio exponencial en los sectores relacionados con el entorno construido, existen múltiples oportunidades de negocio. La mentalidad emprendedora es, entre otras cosas, una actitud de búsqueda constante de esas oportunidades, integrada en nuestra actividad diaria y reforzada por el conocimiento de una serie de principios de la gestión y los negocios, que nos hacen más efectivos y certeros. Crear valor depende de nuestra capacidad para identificar problemas y solucionarlos. Es preciso aprender a estimar cualitativa y cuantitativamente cuál es valor que se genera si resolvemos un determinado problema, y cómo podemos crear negocios en torno a esto, capturando una parte de ése valor.

Las mejores empresas de todas las industrias se han basado originalmente en un problema bien enmarcado y solucionado. IKEA, por ejemplo, mejoró la experiencia tradicional de comprar muebles para el hogar, solucionando el transporte de piezas ya ensambladas, o la falta de un solo lugar donde los clientes pudieran encontrar todo lo necesario. Su solución que incluye diseños atractivos con precios asequibles, embalados en cajas planas que se ajustan a los coches estándar, es conocida por todos. Los detalles son una larga historia, pero el principio de la identificación de un problema y una oportunidad asociada es el mismo en todas las empresas e industrias y no somos una excepción.

Iteración e innovación

La actividad de emprender siempre ha implicado adentrarse en lo desconocido hasta cierto punto.  Por ello el emprendimiento contemporáneo ha adoptado enfoques ágiles y fácilmente adaptables, denominados “lean” (como Lean Startup), para aumentar la eficiencia y aumentar la creación de valor y la comprensión del mercado en el proceso de desarrollo de sus iniciativas.

Estos consisten en probar las propuestas de valor (ideas) mediante experimentos e iteraciones de sus productos y servicios, de complejidad ascendente, a través de prototipos y experimentos en el mercado. Esto permite numerosos ciclos de prueba y error gracias a los cuales se modifica el rumbo progresivamente y se aprende del mercado. Esta forma de trabajar, que comparte mucho de la filosofía learning by doing o “aprender haciendo", forma parte del ADN de los diseñadores. Solo necesitamos comprender mejor las metodologías involucradas, para aplicarlas con una perspectiva empresarial menos autista y más orientada al usuario.

Es fundamental capacitar a nuestros profesionales e incorporar estos métodos en nuestras organizaciones para potenciar un ritmo mayor de innovación.

Definición de problemas y escalabilidad

Una de las posibilidades más emocionantes del emprendimiento es encontrar un problema que afecte a muchas personas en una industria. Crear una solución que sea fácilmente aplicable a todas ellas, independientemente de sus sutiles diferencias, es una componente importante para lograr empresas escalables de alto valor.

Esto requiere un enfoque sistémico: quien innova necesita comprender cómo ese problema afecta a un usuario específico con el que podría estar interactuando, pero también cuál es el la esencia del problema que experimenta el tipo de usuario más representativo de su sector, y que puede ser la base de la propuesta de valor de la compañía. El modelo de consultoría tan extendido en las empresas de arquitectura y diseño -en el que el valor es una capacidad, que se mide por una suma de soluciones individuales a  problemas particulares- podría complementarse con este enfoque de dos maneras.

Primero, mejorando la comunicación: las empresas pueden reflexionar sobre aquello que conecta todas sus soluciones individuales -proyectos- y desarrollar un mensaje más sólido sobre cuál es su propuesta de valor, aplicable a todo su trabajo. En segundo lugar, y lo que es más importante, puede ayudar a entrar en mercados y aprovechar oportunidades en las que la acción individualizada, caso por caso, no es aplicable o competitiva.

Estas tienden a ser oportunidades que impactan al sector de manera más sistemática, y son uno de los territorios clave a entender si queremos seguir siendo relevantes, controlar nuestra propia industria e innovar más rápido. Iniciativas muy recientes como Architizer Source of Material Bank representan bien las posibilidades de este enfoque sistémico, en estos casos asociadas a los problemas de la búsqueda de materiales y la eficiencia en la distribución de muestras de los mismos.

El desarrollo del liderazgo y el talento

Cuanto más complejos y cambiantes sean nuestros contextos y organizaciones, más importante será trabajar para encontrar y gestionar el talento adecuado. Bajo una visión orientada al impacto, en la que el trabajo en equipo es fundamental, debemos esforzarnos por definir qué capacidades y actitudes son las más necesarias para transformar las industrias relacionadas con el entorno construido y cómo estas pueden complementarse entre sí, más allá de los perfiles tradicionales y más extendidos. Esto forma parte de la tarea de comprender lo que el mundo demanda de los profesionales de los sectores relacionados con el entorno construido.

Como líderes de nuestras organizaciones, debemos diseñar estructuras de trabajo que potencien el sentido de propiedad, la iniciativa, la flexibilidad y la colaboración. Desde el punto de vista educativo, podemos trabajar para mejorar la colaboración multicultural e interdisciplinaria, pero también un liderazgo con un enfoque holístico, dedicando tiempo a desarrollar la autoconciencia profesional y la visión estratégica. Ambos son importantes para crear organizaciones abiertas con objetivos claros, donde las personas puedan desarrollar todo su potencial.

Una perspectiva global

Retornando al inicio, capacitar líderes con una visión más amplia del diseño, lejos de  enfoques idealistas, requiere adoptar una perspectiva global al enmarcar e implementar las ideas de negocio en los sectores del entorno construido. La capacidad de impacto a nivel local también depende de este ejercicio, que puede ayudar a identificar oportunidades que los profesionales demasiado centrados en sus entornos inmediatos a menudo dejan desatendidas. Incorporar diversas perspectivas y trabajar junto con instituciones como asociaciones de arquitectos, actores económicos globales como los bancos de desarrollo, u organizaciones líderes en tecnología y el manejo de datos entre otros, es fundamental para adquirir este tipo de visión.

En este sentido, por ejemplo la última Encuesta de la Profesión del Arquitecto publicada por la Commonwealth’s Architects Association arroja algunos datos preocupantes e interesantes sobre la enorme brecha entre la oferta y la demanda de arquitectos en muchas regiones del mundo. Una situación que no solo es una oportunidad si pensamos estratégicamente, sino que de forma más importante, señala las posibles consecuencias de la falta de planificación en la urbanización masiva en estas regiones del mundo.

Las ideas presentadas aquí están interconectadas entre sí, así como con otras muchas facetas que no constituyen el centro de este artículo. Las preguntas que plantean son parte de la evolución natural de nuestro campo. A pesar de estar sólidamente arraigadas en otras industrias, los diseñadores del entorno construido las hemos dejado de lado durante mucho tiempo. Liderar este proceso de redefinición es un compromiso interesante en estos tiempos de cambio y oportunidad, para el cual no puedo pensar en una posición más privilegiada que la de la educación.


Jerónimo van Schendel Erice es el Director del Máster en Gestión Arquitectónica y Diseño, en la Escuela de Arquitectura y Diseño IE, y Office Manager de la Oficina de Madrid de Ábalos + Sentkiewicz.

Sobre este autor/a
Cita: Jerónimo van Schendel Erice. "Los arquitectos y diseñadores debemos evolucionar más rápido que nuestro contexto" 26 oct 2018. ArchDaily en Español. Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/904144/los-arquitectos-y-disenadores-debemos-evolucionar-mas-rapido-que-nuestro-contexto> ISSN 0719-8914

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