Intentar redefinir el significado de "ecológico" podría debilitar los esfuerzos para mitigar la crisis climática

No hay nada de verde en un generador de reserva. Su fabricación liberó toneladas de CO2 a la atmósfera, así como su envío desde la fábrica al concesionario hasta el patio trasero del cliente. Allí se ubicara, ocioso, esperando a ser utilizado sólo cuando la infraestructura pública, mucho más limpia, pero con pocos fondos, falle. En ese punto, llenará el aire con contaminantes adicionales. Pueden haber buenas razones para comprar un generador de emergencia, pero ser ecológico, es decir, proteger el medio ambiente, no es una de ellas.

Y sin embargo, los generadores de reserva se están llamando ecológicos, parte de una redefinición del término que confunde el egoísmo con la abnegación. El cambio fue señalado a mediados de septiembre por un artículo que salió en la portada del Washington Post Magazine, que promovía "un nuevo estándar de oro para la arquitectura ecológica". En él, el arquitecto de Miami Andrés Duany declaró "ecológicas" a las casas con generadores, fortificaciones contra la subida de las aguas, y otras características resilientes. La vieja arquitectura sustentable tendría que desaparecer, dijo Duany al autor David Walter, explicando que "la preocupación del diseño sostenible de hoy en día - minimizar las emisiones de dióxido de carbono y mitigar el cambio climático - es ingenua en el mejor de los casos y un abandono del deber en el peor". En su lugar, Duany propuso cosas como grandes casas multigeneracionales, con muros exteriores que impiden las altas mareas y patios que albergan huertas.

De hecho, es el enfoque de Duany el que es ingenuo y un abandono del deber. Ingenuo porque un dique de 3 metros no protege contra una ola de 3 metros, y un generador de reserva no funciona cuando el combustible es inaccesible. La resistencia contra la furia de la naturaleza es un sueño imposible. Por eso es un deber, si la supervivencia del homo sapiens es importante, mantener el cambio climático a un nivel manejable.

Duany no es el único que usa mal el término "ecológico". El Consejo de la Construcción Ecológica de Estados Unidos ha hecho de la resiliencia parte de su receta para los edificios verdes. Bajo el popular programa LEED del concejo, los arquitectos se esfuerzan por conseguir puntos ambientales. Con suficientes puntos, los edificios son designados Plata, Oro o Platino. Algunos de esos puntos serán otorgados por emplear los acopios de autosuficiencia, incluyendo generadores. En materiales de prensa publicados en septiembre, el concejo promocionó un edificio de oficinas en San Juan equipado con dispositivos para reducir su dependencia de los servicios públicos, lo que le ayudó a obtener una calificación Platino.

¿Por qué este cambio? Algunos arquitectos, incluyendo a Duany, creen que es demasiado tarde para hacer algo más que protegerse de las fuerzas naturales ya desatadas. "No lo lograremos con el cambio climático", dijo al Post.

Es cierto que aunque el mundo logre limitar las emisiones de carbono, ya hemos alterado la atmósfera lo suficiente como para causar el aumento del nivel del mar, olas de calor, inseguridad alimentaria y migración forzada. Pero no todos comparten el pesimismo de Duany. Chris Hellstern, arquitecto/ambientalista de la Miller Hull Partnership de Seattle, dijo en una entrevista que "Si abordáramos el cambio climático, no necesitaríamos hacer que todos nuestros edificios fueran resistentes a las inundaciones. No creo que sea moralmente aceptable o profesionalmente responsable renunciar a tratar de mitigar el cambio climático y centrarse sólo en la resiliencia".

Pero para Duany y su esposa, Elizabeth Plater-Zyberk, ahora consultores de la firma de Miami que fundaron hace 40 años, la resiliencia es parte del último discurso de ventas. Durante años vendieron a los desarrolladores el "nuevo urbanismo", la filosofía de diseño detrás de las ciudades históricas falsas, como Seaside, Florida, donde todo el mundo podía ir caminando al trabajo. (De hecho, nadie caminaba al trabajo en Seaside, porque rápidamente se convirtió en un centro turístico de lujo). Ahora la pareja está vendiendo "nuevo ambientalismo". Plater-Zyberk, quien fue decana de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Miami de 1995 a 2013, dijo al Post que "cuando empecé a buscar los planes de adaptación que los municipios y los gobiernos locales estaban poniendo en marcha, me di cuenta de que la mayoría de ellos eran, de hecho, sobre la reducción de las emisiones: Ya sabes, '¡Hagamos que el gobierno compre vehículos eléctricos!'" Para Plater-Zyberk, eso parecía casi pintoresco. Si no puedes salvar el planeta, parecía estar diciendo, al menos sálvate a ti mismo.

Pero eso deja a los pobres en el calor, dijo Hellstern. "¿Cómo se supone que las comunidades que no pueden tener garantizada la salud y la seguridad básica deben permitirse hacer sus edificios más resilientes?" Y recompensar a los edificios individuales por su resiliencia dificulta la realización de objetivos más amplios. La disponibilidad de generadores de reserva, por ejemplo, reduce la presión sobre los gobiernos para que produzcan energía limpia y fiable para la población en general. Cada vez más, la privatización de los servicios que antes eran públicos deja a las clases bajas y medias a merced de sí mismas, no sólo de las fuerzas económicas, sino ahora de las ambientales.

El Consejo de Edificios Ecológicos también busca ganar dinero. Sus clientes son arquitectos, desarrolladores y consultores, gente cuyo sustento depende de la construcción. Un sistema basado en la administración real del medio ambiente, que otorga puntos por construir modestamente y con economía de medios, nunca lo cortaría. El presidente y director general de la organización, Mahesh Ramanujam, pareció reconocerlo en un comunicado de prensa de septiembre, en donde describía los nuevos créditos de resiliencia. Según Ramanujam, "Los edificios ecológicos son el primer paso para crear empresas y comunidades más resilientes mientras apoyan el desarrollo y el crecimiento económico". El nuevo eslogan del consejo para su "visión reimaginada" refleja las mismas prioridades: Gente sana en lugares sanos es igual a una economía sana. Lo cual es ciertamente un anticlímax.

El deseo de hacer más resistentes a los edificios contra el cambio climático es comprensible. Pero, ¿por qué no seguir usando el término "resiliencia", en lugar de corromper la palabra "ecológico"? ¿Podría ser que la redefinición del Concejo Ecológico (USGBC) permita a los arquitectos y a sus clientes sentirse virtuosos mientras hacen cosas que no son virtuosas en absoluto? Después de todo, todo el mundo sabe que lo ecológico es bueno. Tratar de proteger el planeta suena mucho mejor que tratar de protegerse a sí mismo.

Sería conveniente, por supuesto, que las cosas que hicieron a los edificios resilientes también los hicieran ecológicos. En una conversación por correo electrónico en la que escribió que "'Ecológico"' debería abarcar tanto la sostenibilidad como la resiliencia", Plater-Zyberk señaló una característica que marca ambas casillas: Las ventanas que se abren, explicó, son sostenibles (porque reducen la dependencia del aire acondicionado) y resilientes (porque permiten la ventilación cuando los sistemas eléctricos y mecánicos no funcionan). Es justo, pero es difícil dar un segundo ejemplo. Eso se debe a que ser ecológico significa usar menos; ser resiliente casi siempre significa usar más. O como Eric Corey Freed, un arquitecto de California y autor de media docena de libros sobre diseño ecológico, me dijo: "Los edificios ecológicos buscan ser eficientes. Los edificios resilientes buscan ser redundantes".

La supervivencia de la especie puede depender de la minimización del cambio climático. Para los arquitectos, eso significa una cosa: reducir el carbono liberado durante la construcción y operación de los edificios. Afortunadamente, hay miles de arquitectos que están a la altura de la tarea, trabajando para crear edificios energía neta cero (es decir, edificios que producen al menos tanta energía como la que utilizan). Los ingenieros, por su parte, están trabajando en fórmulas para que el hormigón reduzca su huella de carbono.

Cuando se trata del cambio climático, los generadores de reserva y otras características que contribuyen a la resiliencia no son parte de la solución. Son, de hecho, parte del problema.

Este artículo fue publicado originalmente en el periódico The Architect's Newspaper como "Attempting to redefine the meaning of “green” could weaken efforts to mitigate climate change"

Sobre este autor/a
Cita: Bernstein, Fred. "Intentar redefinir el significado de "ecológico" podría debilitar los esfuerzos para mitigar la crisis climática" [Attempting to Redefine the Meaning of “Green” Could Weaken Efforts to Mitigate Climate Crisis] 29 nov 2020. ArchDaily en Español. (Trad. Caballero, Pilar) Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/952289/intentar-redefinir-el-significado-de-ecologico-podria-debilitar-los-esfuerzos-para-mitigar-la-crisis-climatica> ISSN 0719-8914

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