Ciudad activa: ¿qué puede enseñar Ámsterdam sobre salud y movilidad?

Una ciudad activa es aquella que anima a sus habitantes a realizar actividad física en su vida diaria. Esto no quiere decir que su objetivo sea transformar a la ciudadanía en deportistas olímpicos, sino que cuenta con espacios para que ciclistas y peatones se muevan de forma segura y una infraestructura adecuada para que personas de todas las edades puedan practicar deporte, divertirse y relajarse al aire libre. Así, la actividad física, en mayor o menor medida, se convierte en parte natural de la vida diaria de la población.

El resultado positivo de este diseño activo en el espacio urbano se observa no solo en la mejora de la salud física y mental de los ciudadanos, sino también en el aumento del atractivo de la ciudad y su vitalidad económica. Las actividades físicas son importantes para todos, desde los niños hasta los ancianos. Su práctica contribuye a la lucha contra la depresión, proporciona una mayor interacción social y ocupación de los espacios públicos. Por otro lado, la falta de actividad física contribuye al sobrepeso y la obesidad, la aparición de enfermedades cardiovasculares y la reducción de la esperanza de vida en las ciudades.

Aunque la importancia de la actividad física es un tema común en la salud urbana, no todas las personas las practican ni son tan activas como se recomienda para una buena salud. La infraestructura urbana puede ser decisiva en este sentido. Cuando las personas no pueden llegar a su destino mediante la movilidad activa, caminando o en bicicleta, se fomenta, por ejemplo, el uso de automóviles, motocicletas o transporte público.

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Ámsterdam. Foto de Robin Ooode, via Unsplash

El plan para Ámsterdam, una de las ciudades más activas del mundo, se basó en animar a la ciudadanía a realizar más actividad física al tiempo que buscaba ofrecer más espacios para ciclistas y peatones, así como para que la gente practique deporte, se relaje y se divierta. En su informe de trabajo, los autores del plan explican que Ámsterdam se ha convertido en una de las ciudades más atractivas del mundo para los residentes, turistas y emprendedores, precisamente por la calidad de vida de la población y el uso de la bicicleta como medio ideal para moverse por la ciudad.

La bicicleta no es solo un medio de transporte económico, seguro, eficiente, limpio y silencioso, sino también una opción para relajarse, hacer ejercicio y divertirse. En bicicleta o caminando al trabajo, la escuela o visitando a la familia, las personas interactúan y viven más en los espacios de la ciudad, ya sea conociendo mejor su barrio, observando el paisaje o descubriendo nuevas rutas. Mientras tanto, la reducción de la circulación de automóviles hace que el aire sea más limpio, la contaminación acústica y la inseguridad del tráfico.

El proyecto de la capital holandesa para convertirse en una ciudad activa se centró en tres frentes principales: ciclismo y caminata; Deportes; diversión y ocio. Las acciones emprendidas consideraron el diseño de todo el territorio, barrios y calles. La lección aprendida por Ámsterdam es que para mejorar la transitabilidad y la posibilidad de andar en bicicleta, es necesario conectar los centros urbanos, disminuir el tráfico, hacer los barrios más compactos (reduciendo distancias y la necesidad de desplazamiento), convirtiendo las calles en espacios compartidos por diferentes actividades y hacer que los espacios públicos sean más seguros para todos.

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Ámsterdam. Foto de Max Van der Oetelaar, via Unsplash

En el ámbito deportivo, especialmente en los barrios menos privilegiados, las lecciones de la ciudad fueron invertir en opciones más accesibles y al aire libre, crear espacios específicos para el deporte, adaptar otros para uso mixto e inspirarse en las características naturales locales para promover la actividad física. Ámsterdam invirtió en natación y deportes acuáticos para utilizar los canales de la ciudad, por ejemplo.

Para hacer la ciudad más activa, otro punto fundamental es la posibilidad de que los ciudadanos se relajen y se diviertan en los espacios públicos. Pensando en los niños, un público habitualmente olvidado por el urbanismo, esto puede ayudar en el desarrollo motor y en el desarrollo de habilidades sociales y cognitivas. Amsterdam aprendió a usar los espacios abiertos del vecindario, incluso temporalmente, para crear espacios abiertos para juegos y diversión. Al igual que con los deportes, los espacios de uso mixto y el bajo tráfico también son importantes para que las personas se relajen y disfruten de cada lugar. Por último, el verde en rutas, parques y plazas hace que el entorno sea más atractivo y propicio para el ocio y el descanso.

La transformación de Amsterdam requirió décadas de trabajo y, además de la actuación de la administración pública, el esfuerzo de la sociedad civil para concienciar y adaptarse a los cambios. A pesar de las particularidades de este caso, vinculadas a las características específicas de la capital holandesa, las acciones y lecciones aprendidas por ella pueden ser una inspiración para cambiar ciudades de todo el mundo, incluida Santa Catarina. Las adaptaciones en los espacios públicos, las inversiones en movilidad activa y la seguridad son buenos puntos de partida.

Vía Urban Studies.

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Sobre este autor/a
Cita: Studies, Urban. "Ciudad activa: ¿qué puede enseñar Ámsterdam sobre salud y movilidad?" [Cidade ativa: o que Amsterdã pode ensinar sobre saúde e mobilidade?] 01 nov 2021. ArchDaily en Español. (Trad. Arellano, Mónica) Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/971188/ciudad-activa-que-puede-ensenar-amsterdam-sobre-salud-y-movilidad> ISSN 0719-8914

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