Arquitecto y Urbanista graduado en la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC). Maestro en Planificación Urbana, Historia y Arquitectura de la Ciudad, también en la UFSC, con investigación relacionada con el tema de movilidad y la expansión urbana. Colabora en ArchDaily Brasil desde 2012 y actualmente es editor de Materials.
Los suelos de madera aportan calidez, carácter y estilo a cualquier interior, ya sea antiguo o nuevo. De aspecto a la vez rústico y elegante, la madera proporciona buenas características térmicas, con una temperatura agradable al tacto, además de mejorar la acústica del ambiente, al absorber parte de las ondas sonoras. También son muy duraderos y resistentes al uso diario. Por lo tanto, no sorprende que sean uno de los materiales favoritos y más codiciados para interiores residenciales.
Los suelos de madera también son muy atractivos a la vista, con una gran cantidad de variaciones posibles en su diseño. Las piezas pueden variar mucho según la parte del tronco de la que provengan, incluso si son del mismo fabricante y especie de árbol. Los colores y diseños también varían según las diferentes especies de árboles, desde amarillos claros hasta marrones oscuros, con infinitas posibilidades. Además, es posible crear varios tipos de patrones al colocar el piso, según las dimensiones de las piezas utilizadas y el efecto deseado para el espacio.
BUGA Pavilhão de Fibra / ICD/ITKE Universidade de Stuttgart. Image Cortesia de ICD/ITKE University of Stuttgart
Volvamos a la primera clase de arquitectura sobre estructuras y la clasificación de los esfuerzos estructurales. En la mayoría de las estructuras, ya sean naturales o artificiales, las fuerzas de compresión son los actores principales. Son esfuerzos realizados con cargas iguales y opuestas, aplicadas en el interior de la estructura, que tienden a acortar la pieza en un sentido -o a comprimirla, como su nombre indica. No es difícil encontrar ejemplos de esto: por ejemplo, un muro de piedra o un tronco de madera pueden resistir el peso de un revestimiento a través de esfuerzos de compresión internos que son inherentes a cada material.
Los esfuerzos de tensión, por otro lado, tienden a alargar los componentes en la dirección de la fuerza de acción aplicada. El acero, por ejemplo, es un material con buena resistencia a la tracción. Se utiliza en hormigón armado precisamente en las partes donde la pieza está en tracción. Pero también es posible que una estructura tenga sólo partes tensadas, como es el caso de las estructuras de membrana, tensadas o tensoestructuras, que consisten en superficies traccionadas por la acción de cables o cuerdas en las que los mástiles absorben los esfuerzos de compresión.
Al explorar la etiqueta de impresión 3D en ArchDaily, está claro que esta tecnología se ha desarrollado a un ritmo increíblemente rápido. Si en sus inicios observábamos el concepto como una posibilidad lejana para el futuro o con ejemplos a pequeña escala, en los últimos años hemos observado edificios enteros impresos y la producción de volúmenes cada vez más complejos. Desarrollada mediante la lectura de un archivo informático, la fabricación se realiza mediante fabricación aditiva con hormigón -u otros materiales de construcción- y presenta numerosas dificultades para proporcionar un proceso eficiente que permita generalizar la técnica constructiva. El pabellón impreso por el consorcio De Huizenprinters, por ejemplo, ilustra bien este proceso.
Los bosques cubren alrededor de un tercio del planeta y juegan un papel fundamental para la vida en la Tierra. Según Peter Wohlleben, autor del libro "La vida secreta de los árboles", a través de los tejidos fúngicos, los ejemplares de un bosque pueden comunicarse entre sí, intercambiar nutrientes, ayudar a las plantas más débiles y organizar estrategias de supervivencia, lo cual es esencial para el sano crecimiento de los individuos. La conservación de los bosques existentes y la creación de otros nuevos son fundamentales para la biodiversidad y la recuperación natural, pero también para satisfacer la demanda de madera.
Según un informe de WWF (World Wide Fund for Nature), se estima que la cantidad de madera extraída en el mundo se triplicará para el año 2050, con el aumento de la población y los ingresos en los países en desarrollo. Además, se estima que habrá un mayor uso de la madera para fabricar biocombustibles, productos farmacéuticos, plásticos, cosméticos, electrónica de consumo y textiles. La búsqueda de sustitutos de la madera puede ser un camino inteligente hacia un futuro sostenible, especialmente si las alternativas se fabrican con desechos generados por otras industrias. Pyrus, por ejemplo, es un material de madera sin aceite producido de manera sostenible con desechos de celulosa bacteriana reutilizados de la industria de la kombucha.
Los desafíos contemporáneos y los avances tecnológicos desencadenan inevitablemente cambios en la forma en que diseñamos y construimos nuestras ciudades. SUMMARY es un estudio de arquitectura portugués enfocado en el desarrollo de sistemas constructivos prefabricados y modulares. Buscando un equilibrio entre lo pragmático y lo experimental, el estudio desarrolla soluciones prefabricadas para dar respuesta a un desafío determinante de la arquitectura contemporánea: acelerar y simplificar los procesos constructivos. Fundado en 2015 por el arquitecto Samuel Gonçalves, egresado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Oporto, el estudio acumula publicaciones, premios y apariciones en eventos destacados, como la Bienal de Venecia 2016. Además, ha sido seleccionado como una de las mejores nuevas prácticas del 2021 por ArchDaily. Hablamos con Samuel sobre su experiencia práctica en el tema de prefabricación y modulación, y sus exploraciones e incursiones en el ámbito de la investigación.
Cortesia de S'Winter Station - Ryerson University – Department of Architectural Science
La industria de la construcción ha experimentado cambios severos en las últimas décadas. Históricamente se contaba con abundante mano de obra y una falsa noción de que los recursos naturales eran infinitos, pero hoy en día el sector ha luchado por encontrar innovaciones que le permitan ser más sustentable, especialmente considerando su enorme impacto e importancia en el mundo. Además, la reciente pandemia de Covid-19 cambió varios factores y dinámicas, exigiendo creatividad de los diseñadores para superar los desafíos. En algunos casos, el propio proceso de diseño quedó sujeto a cambios. El proyecto S'Winter Station, desarrollado por estudiantes y profesores del Departamento de Ciencias Arquitectónicas de la Universidad de Ryerson, es uno de estos ejemplos que se basó en la tecnología de visualización y fabricación existente para su finalización.
A primera vista, el diseño de Dorte Mandrup para el Centro del mar de Wadden parece imitar el paisaje. Su baja altura, sus líneas horizontales y, sobre todo, su materialidad lo convierten en un edificio moderno en perfecta armonía con la naturaleza del lugar. Pero su conexión también engloba el patrimonio edificado de la comarca, más concretamente por su cubierta con paja, recolectada y secada cerca de la tierra. Esta es una técnica de construcción extremadamente tradicional e histórica, pero que rara vez se atribuye a los edificios contemporáneos. En este artículo rescataremos un poco de la historia de este material natural, sus características constructivas y algunos ejemplos de uso.
Ecologic Pavilion In Alsace / Studio 1984. Image Cortesia de Studio 1984
El concepto de upcycling se refiere a tomar un artículo que sería considerado un desecho y mejorarlo para volverlo útil, añadiéndole valor y nueva funcionalidad. Esta es una palabra común en varias industrias, como la moda y el mueble. En la construcción civil también se puede incorporar este concepto, haciendo recircular los residuos generados por la propia industria o incluso trayendo los que serían desechados de otras industrias para ser procesados e incorporados a las construcciones. Es el caso de transformar residuos agrícolas en materiales de construcción, dando un nuevo uso a los descartes, reduciendo el uso de materias primas y creando productos con excelentes características.
Es crucial considerar el impacto ambiental futuro de todo lo que creamos. El cambio climático sigue ocupando un lugar destacado en la agenda global, y todas las industrias deben participar en el objetivo de alcanzar Carbono Cero. Una de las industrias más desafiantes es la construcción, que juega un papel vital en el proceso de descarbonización y se enfrenta constantemente a desafíos para volverse más verde. Por lo tanto, exige técnicas innovadoras y desarrollo de datos para encontrar procesos nuevos y sostenibles. Una solución es introducir y diseñar materiales más limpios y eficientes. Los ladrillos son un buen ejemplo, ya que se pueden utilizar en la construcción de edificios para garantizar un proceso circular y minimizar las emisiones de carbono, siendo un material extremadamente duradero que se puede producir con técnicas más sostenibles.
Es difícil medir, observando un edificio terminado, la cantidad de trabajo, recursos y conocimientos que se depositaron allí. Todas las decisiones que se toman influyen de alguna manera en el desempeño del edificio y su durabilidad. En cuanto a los detalles de ejecución, no todos los arquitectos permiten la difusión de sus soluciones constructivas. Hay profesionales, sin embargo, que van contra la corriente y se centran en la difusión del conocimiento, identificando decisiones de diseño comunes que pueden conducir a patologías (como fugas, podredumbre, corrosión, moho y olores) y formas más económicas de evitarlas. Esta es la idea detrás de Building Science Fight Club, un perfil de Instagram que pretende explicar algunas cuestiones y analizar críticamente algunos detalles constructivos y formas de instalación de materiales. Hablamos con Christine Williamson, creadora de la plataforma, sobre su viaje. Vea la entrevista completa a continuación:
Esta frase llamó la atención durante la conferencia de Diébédo Francis Kéré en el AAICO (Congreso Internacional de Arquitectura y Arte), que tuvo lugar en Oporto, Portugal, entre el 3 y el 8 de septiembre de 2018. Tras ser presentado nada menos que por Eduardo Souto de Moura, Kéré inició su intervención con la sencillez y la humildad que guían su trabajo. Sus obras más conocidas se construyeron en lugares muy remotos, donde los materiales son escasos y la mano de obra son los propios vecinos, utilizando recursos y técnicas locales.
La ropa que usan los pueblos nómadas del desierto (beduinos, bereberes, tuareg, entre otros) suele ser oscura, larga y de tela gruesa. Contrariamente al sentido común, que recomendaría ropa ligera, pálida y corta para un clima cálido; la ropa pesada y holgada favorece la convección del aire, creando un flujo constante de aire a lo largo del cuerpo, brindando confort térmico en climas áridos. Para los edificios, la analogía funciona. Al abordar la eficiencia energética y el rendimiento del proyecto, inevitablemente hablaremos de su envolvente, entre otros aspectos del proyecto. Una solución exitosa en un lugar, no siempre será eficiente en otro.
Durante los últimos 2 años hemos creado una serie de artículos sobre bienestar y sustentabilidad enfocados en la industria de la construcción. Pero, ¿cómo los proyectos, de acuerdo con sus demandas y contexto, aplican las soluciones para que sean, de hecho, eficientes y funcionen bien?
En cada una de nuestras fosas nasales, dos tipos de nervios juegan un papel fundamental en nuestra salud. Los nervios olfatorio y trigémino captan los olores y envían información al cerebro, más específicamente al bulbo olfatorio, para su interpretación. A su vez, este se comunica con la corteza, responsable de la percepción consciente de los olores, pero también con el sistema límbico, que controla el estado de ánimo y las emociones inconscientes. Esta es la defensa del organismo frente a los malos olores o aromas irritantes o fuertes, creando aversión a aquellos que puedan perjudicarnos de alguna forma.
Pero no todos los contaminantes pueden detectarse a través de este sofisticado sistema, y tienen una capacidad intrínseca para influir positiva o negativamente en nuestra salud. De hecho, la investigación ha demostrado que la calidad del aire puede ser bastante mala e incluso preocupante en muchos ambientes interiores, donde pasamos alrededor del 90% de nuestras vidas. Esto generalmente es causado por una ventilación inadecuada del espacio, contaminación externa y contaminantes biológicos; pero principalmente contaminantes químicos de fuentes internas. Es decir, los materiales de construcción utilizados en el espacio. Por lo tanto, hay algunos productos que deben evitarse siempre que sea posible.
La relación de la humanidad con los insectos es antigua y compleja. Si bien pueden propagar enfermedades y acabar con los cultivos, también son vitales para nuestra supervivencia en el Planeta Tierra, como polinizadores y recicladores. Edward Osborne Wilson, un destacado biólogo estadounidense, declaró en uno de sus artículos que "si los insectos desaparecieran, también lo harían casi todas las plantas con flores y las cadenas alimenticias que sustentan. Esta pérdida, a su vez, provocaría la extinción de reptiles, anfibios, aves y mamíferos: en efecto, casi toda la vida animal terrestre. La desaparición de los insectos también terminaría con la rápida descomposición de la materia orgánica y, por lo tanto, interrumpiría el ciclo de nutrientes. Los humanos serían incapaces de sobrevivir".
Especialmente en el caso de las abejas, la opinión pública ha cambiado en los últimos años y su importancia en la producción de alimentos ha despertado alertas sobre el uso indiscriminado de venenos y pesticidas en todo el mundo. Pero a diferencia de la naturaleza, con sus meandros e innumerables posibilidades de lugares de descanso, nuestras ciudades y edificios modernos generalmente no crean ambientes adecuados para insectos, e incluso pájaros u otros animales. La empresa inglesa Green&Blue ha estado trabajando en ello y creando refugios para incorporar la naturaleza a nuestros edificios. Hablamos con ellos para entender mejor estos productos.
Cuando se habla de eficiencia energética en los edificios, es inevitable mencionar el aislamiento térmico. Rara vez lo vemos en un edificio terminado, e incluso en los dibujos técnicos, la capa aislante aparece como una delgada escotilla. Sin embargo, este es un elemento de vital importancia, ya que actúa como barrera al flujo de calor, dificultando el intercambio de energía entre el interior y el exterior, reduciendo la cantidad de calor que se escapa en invierno y la energía térmica que ingresa en el verano.
En un edificio con un buen aislamiento térmico, hay menos necesidad de calefacción para mantener la casa a una temperatura agradable, reduciendo también su huella de carbono. Actualmente, son muchos los países que exigen un nivel mínimo de aislamiento térmico para los edificios, con parámetros cada vez más estrictos. Pero, ¿cómo se debe abordar este tema en un futuro cercano, con el preocupante pronóstico de crisis climática?
Centre for Sustainable Energy Technologies / Mario Cucinella Architects. Image Cortesia de Mario Cucinella Architects
A diferencia del aire, la temperatura del subsuelo varía muy poco durante el año o según la posición geográfica. Unos pocos metros por debajo de la superficie, la temperatura del suelo oscila entre 10 y 21 °C (50 y 70 °F), según la región. Excavando más profundo, la temperatura aumenta entre 20 y 40 grados centígrados por km, alcanzando el núcleo de la Tierra, que se acerca a los 5000 °C. De hecho, pensar en cómo habitamos una esfera que orbita el espacio con un centro resplandeciente puede resultar angustiante para algunos. Sin embargo, puede ser útil saber que usar la energía de formación de la Tierra para generar electricidad es una forma sostenible y eficiente que ya es común en algunos países. Al mismo tiempo, también podemos aprovechar la temperatura suave que se encuentra a pocos metros bajo tierra para climatizar los edificios, ya sea en climas cálidos o fríos.
Summer House Gravråk / Carl-Viggo Hølmebakk. Image Cortesia de Carl-Viggo Hølmebakk
Al momento de talar un árbol se interrumpen sus procesos biológicos, y también se puede decir que comienza el proceso de deterioro de la madera. Pasos como el correcto corte del tronco, secado y almacenamiento o la especificación precisa de las mejores especies para cada uso determinarán su durabilidad. Compuesta básicamente de celulosa, hemicelulosa y lignina, cada especie de madera tiene una cierta durabilidad natural, influenciada también por las condiciones ambientales del lugar donde se inserta, como la temperatura, la humedad, el contenido de oxígeno y los microorganismos e insectos allí presentes. Generalmente, los tratamientos superficiales se utilizan para aumentar la protección de diferentes piezas, como barnices, aceites y otros procesos químicos. Pero hay situaciones en las que se puede utilizar madera sin tratar en exteriores, consiguiendo una estética gris y sobria que se funde con el exterior y aporta personalidad al edificio.
Aunque la inteligencia artificial está mostrando el potencial para llevar a cabo iteraciones sucesivas con buenos resultados, el diseño de la disposición de los espacios ocupa gran parte del tiempo de un diseñador. La organización de los elementos presentes dentro de un espacio determina el flujo de movimiento, los puntos de vista y dictará en gran medida cómo se utilizará. Pero la idea de sofocar el uso del medio ambiente puede no funcionar para todos los casos. Debido a restricciones de espacio o usos suplementarios que puede tener una habitación, algunos arquitectos han desarrollado diseños dinámicos que tienen más de un uso posible. Ya sea a través de elementos divisorios o módulos especiales, estos proyectos permiten que el espacio cambie radicalmente a través del movimiento.