Durante las últimas décadas, los espacios interiores se han vuelto cada vez más abiertos y versátiles. Desde los gruesos muros y las múltiples subdivisiones de las villas Palladianas, por ejemplo, hasta las plantas libres y multifuncionales de la actualidad, la arquitectura intenta combatir la obsolescencia al proporcionar los entornos más efectivos para que la vida pase como debería, facilitando las experiencias cotidianas de las personas en el presente, pero también en el futuro. Y aunque las antiguas villas de Palladio todavía pueden acoger una variedad de funciones y estilos de vida, readaptando sus usos sin cambiar un centímetro de su simetría y modulación original, en la actualidad la flexibilidad parece ser la receta para extender la vida útil de los edificios tanto como sea posible.
¿Cómo diseñar espacios lo suficientemente neutros y flexibles como para adaptarse al ser humano en evolución, sin dejar de ofrecer las soluciones que cada persona requiere hoy? Un antiguo elemento podría ayudar a redefinir la manera en que concebimos y habitamos el espacio: las cortinas.
Siendo una de las ciudades más importantes del mundo –y la más poblada de los Estados Unidos de América–, Nueva York alberga una gran mezcla de culturas e historia que se ha ido conformando a lo largo de los años en donde el arte y la arquitectura juegan un papel fundamental.
De la misma forma como los colores de una pintura o fotografía abstracta pueden producir un cierto estado de ánimo, los colores de un edificio o habitación pueden influir profundamente en cómo se sienten las personas que lo habitan. Fisiológicamente, muchos estudios han demostrado que la luz azul ralentiza la producción de melatonina, manteniendo a las personas más alertas o despiertas incluso de noche. Psicológicamente, las personas asocian ciertos colores con ciertos sentimientos siguiendo patrones culturales y experiencias previas; por ejemplo, pueden percibir el color rojo como amenazante o aterrador debido a su conexión con la sangre.
En conjunto, la elección del color de un espacio puede tener efectos complejos sobre cómo se sienten sus usuarios, mientras que una fachada se puede percibir de maneras dramáticamente diferentes dependiendo de sus tonos. A continuación, resumimos las asociaciones emocionales de cada color, evaluando sus diferentes efectos al utilizarse en el espacio arquitectónico.
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Con viviendas y departamentos cada vez más pequeños, hemos notado una creciente búsqueda por integrar especies vegetales en los espacios interiores. Pero, ¿qué tipo de plantas elegir si es que no contamos con abundante luz natural? En este artículo encontrarás algunas sugerencias de especies recomendadas para ambientes de sombra o semisombra, un indicador especialmente importante cuando hablamos de espacios interiores que reciben poca luz solar.
A diferencia de muchas filmaciones dónde las ciudades futuras aparecencolapsadas de infraestructuras distópicas, atiborradas de personas y llenas de violencia, Black Mirror nos muestra una línea quizás mucho más cercana y austera - mucho más en relación con las tendencias actuales de la arquitectura.
Los revestimientos de terrazo se fabrican a través de una base cementicia –arena, agua y cemento– mezclada con diversas piedras naturales granuladas, y pueden aplicarse en cualquier tipo de superficie horizontal o vertical. La técnica, producida a partir de un proceso totalmente artesanal, fue ampliamente utilizada en edificios modernos en todo el mundo y tiene como principales ventajas su durabilidad, resistencia (al agua y abrasión), y su fácil mantenimiento, siendo comúnmente aplicado en pisos de casas y halls de edificios residenciales y comerciales.
Actualmente, el terrazo parece estar de regreso y se presenta como una fuerte tendencia en la arquitectura contemporánea. Revisemos su composición y algunas de sus aplicaciones en proyectos recientes.
El gran volumen de escombros descartado por la construcción civil genera serios problemas en las grandes ciudades, y uno de los materiales más recurrentes en el descarte ilegal es la madera. Afortunadamente, existen artistas que están reaprovechando este material; resignificándolos y transformándolos en verdaderas obras de arte. Entre ellos se encuentra Fábia Escobar, revisemos su trabajo.