Ya sea un pequeño balcón, el acceso a un espacio verde o un jardín privado, el espacio al aire libre se ha convertido en un privilegio para muchos, especialmente en los albores de la pandemia de Covid-19 y los múltiples períodos de confinamiento que siguieron. Los espacios verdes en la ciudad están constantemente bajo amenaza, particularmente porque los gobiernos buscan aumentar la densidad de viviendas para satisfacer la creciente demanda de desarrollo suburbano. Como resultado, el jardín y el acceso a los espacios verdes y al aire libre ha disminuido en los últimos tiempos, ya que las prioridades se encuentran en la vivienda y su producción en la mayor cantidad posible, a menudo sin tener en cuenta sus beneficios como el acceso a las áreas exteriores en los desarrollos residenciales.
En términos de calidad de vida, la falta de acceso a estos espacios presenta desigualdades evidentes, que se han descubierto durante los períodos de confinamiento y restricciones que demandó la pandemia. Las personas estaban confinadas en sus casas y espacios al aire libre locales, donde podían hacer ejercicio. Aquellos que tenían acceso a estos espacios públicos y tenían sus propios jardines o espacios exteriores tuvieron mucha suerte en el sentido de que pudieron disfrutar de un elemento del exterior. Mientras que los menos afortunados en pisos y áreas más ajustadas se enfrentaron a condiciones claustrofóbicas y desmoralizantes, contenidos dentro del caparazón de sus hogares.
Para la mayoría de las personas, la vida moderna requiere pasar la mayor parte del día en espacios interiores; de hecho, según un informe de la Agencia de Protección Ambiental, la persona promedio pasa alrededor del 90% de su vida en interiores. Como resultado, esto implica perderse los beneficios para la salud asociados con la exposición a la luz solar, como la absorción de vitamina D, la regulación de los ritmos circadianos, niveles más altos de energía e incluso un mejor estado de ánimo. Así, una opción es aumentar la cantidad de tiempo que pasamos al aire libre. Pero dado que la mayoría de las funciones diarias se llevan a cabo dentro de los edificios, es crucial incorporar y priorizar la iluminación natural en los interiores.
Ya sea mediante lucarnas tradicionales, claraboyas superiores, aberturas lineales, tragaluces tipo linterna o cubiertas tipo shed, la manipulación e incorporación de luz natural en los proyectos arquitectónicos puede significar un cambio radical en la percepción de los espacios interiores y las atmósferas. La cocina, como espacio de trabajo, es considerada en muchos proyectos de viviendas como un área central donde los residentes pasan una gran cantidad de tiempo de sus vidas diarias. Brindar una buena calidad de luz permitirá incrementar el confort visual y proporcionar un mayor bienestar a quienes realicen tareas en esos espacios.
Las personas tienen necesidades fundamentales que deben satisfacerse para sobrevivir, incluyendo el oxígeno, el agua, la comida, el sueño y el refugio. También tienen requisitos secundarios, uno de los cuales es la luz del día. Al pensar en cómo los edificios pueden mantener a las personas saludables, es importante recordar que la luz natural es esencial para el bienestar. De hecho, los ritmos circadianos humanos dependen de ella.
Imagínese si la luz no solo proporcionara una visibilidad óptima para las tareas, sino que también transmitiera significados. Los estándares con niveles de lux recomendados para diversas tareas visuales han llevado a una comprensión cuantitativa de la iluminación. Sin embargo, la iluminación también se puede utilizar para contribuir a la emoción en las habitaciones y estructurar la arquitectura. ¿Sería adecuado considerar la iluminación como un lenguaje emitido por arquitectos o interioristas y recibido por habitantes y ciudadanos? Agregar una perspectiva semiótica puede ayudar a reconocer cómo la luz y la sombra contribuyen al significado del entorno construido.
A través de una encuesta de 2016 realizada a 400 empleados en los Estados Unidos, Saint Gobain descubrió que los ocupantes de los edificios de oficinas habitualmente se quejaban de la mala iluminación, la temperatura, el ruido y la calidad del aire, reconociendo la importancia de mejorar la iluminación y el confort térmico en los edificios al mismo tiempo que mantener un bajo consumo energético y la libertad de diseño para arquitectos y clientes. Su solución fue SageGlass, un innovador vidrio creado por primera vez en 1989 y desarrollado a lo largo de las últimas tres décadas. El vidrio, que cuenta con un acristalamiento dinámico que protege del calor solar y el deslumbramiento, optimiza simultáneamente la entrada de luz natural. Una solución estética y sostenible, que se adapta a las condiciones externas disipando la necesidad de persianas o parasoles.
https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/960287/mas-luz-natural-menos-deslumbramiento-y-calor-como-funciona-el-vidrio-que-se-tine-automaticamenteLilly Cao
La incidencia solar es una de las variables más importantes a considerar en los proyectos arquitectónicos, ya que incide en una serie de decisiones que van desde la orientación del edificio en el terreno hasta la especificación de las ventanas. En este sentido, el estudio adecuado no solo de la incidencia, sino también de la trayectoria del sol, es fundamental para promover el confort lumínico en los ambientes internos de un edificio.
Mientras que parte de la sensación de confort y bienestar en un ambiente interno está relacionada con factores externos a la edificación, como la iluminación y ventilación natural, otra parte está directamente asociada con la distribución espacial interna y las sensaciones provocadas en los habitantes de dicho espacio a través de la arquitectura.
Conciliar todos los factores que aportan un mayor confort y bienestar en los espacios interiores es siempre un reto en un proyecto arquitectónico, especialmente en ambientes con áreas pequeñas, donde el espacio debe aprovecharse al máximo y no siempre existe la posibilidad de prever grandes aperturas en el exterior o ni siquiera para albergar todas las funciones del programa de forma convencional.
A la hora de crear espacios arquitectónicos, numerosos arquitectos y arquitectas coinciden en que no solo es importante, sino también necesario, incorporar luz natural en los interiores, abordando diversas estrategias para regular su cantidad y definir cualidades como su matiz y direccionalidad. A pesar de esto, en proyectos residenciales, donde los requerimientos de privacidad suelen ser mayores que en, por ejemplo, edificios de usos compartidos –oficinas, restaurantes, locales-, a la hora de definir las características de los cerramientos muchos optan por operar con materiales que aseguren grados de protección visual más altos y diluyan el contacto con los exteriores públicos -ya sea mediante la incorporación de elementos opacos, o mediante envolventes y tamices-. Sin embargo, hay algunos materiales que permiten asegurar el ingreso de una gran cantidad de luz natural controlada durante el día, pero sin que ello implique una pérdida de privacidad.
Cuando se habla de arquitectura bioclimática, principalmente se hace referencia a las prácticas que buscan reducir los consumos de energía y el impacto ambiental de los edificios, ya sea durante su construcción –utilizando, por ejemplo, materiales que disminuyan la huella de carbono o incorporando procesos responsables y adecuados al sitio donde se implantan- o durante suvida útil. Esta combinación de elementos, da como resultado arquitecturas pasivas que aspiran a lograr una reducción en el consumo de energía a largo plazo –ya sea complementando ciertos sistemas mecánicos de ventilación, calefacción y enfriamiento con otros medios pasivos o utilizando en su totalidad sistemas alternativos- mediante la adecuación del diseño, su geometría y su orientación, al relieve, el clima, la vegetación natural, el asoleamiento y la dirección de los vientos predominantes del territorio donde se emplazan.
En ciudades como Hanoi y Saigón, en Vietnam, no es extraño si estás caminando por la calle y ves casas con fachadas sorprendentemente estrechas en contraste con el apilamiento de tres a cinco pisos, con aberturas de ventilación y luz natural solo en la fachada frontal. Estas son las conocidas Tube Houses (Casas Tubo). Tradicionalmente, según relatos de la antigua cultura popular, este modelo habitacional tenía tal configuración a favor de calcular los impuestos en función del área de la fachada, pero la verdadera razón es el mejor aprovechamiento del suelo, permitiendo un mayor número de lotes. en el mismo bloque.
Sin embargo, los restos del pasado ahora se reinterpretan a través de proyectos desarrollados por arquitectos vietnamitas contemporáneos. Las fachadas arcaicas dan paso a soluciones innovadoras; también reciben un pozo de luz para iluminación y ventilación natural; patios y jardines interiores; incorporación de vegetación en diferentes ambientes; medios niveles, etc; habilitando proyectos con espacios de la más alta calidad. Con eso en mente, hemos armado un conjunto de 15 proyectos de Casas Tubo acompañados de sus respectivos cortes que seguro les sorprenderán. Exploren a continuación:
En las películas distópicas, es común que el cielo esté rodeado por una espesa niebla, bloqueando los rayos del sol y creando una atmósfera oscura. Ya sea en los episodios de Blade Runner o Black Mirror, la falta de sol representa un futuro que no nos gustaría vivir. El sol proporciona calor al planeta Tierra y es una gran fuente de energía luminosa, fundamental para la supervivencia de muchos seres vivos. Podemos generar electricidad a partir del sol y hasta el momento aprovechamos solo una fracción de lo que nos puede proporcionar. La luz solar también regula nuestro ciclo circadiano, afectando nuestra energía y nuestro estado de ánimo. Pero los recientes incendios forestales y la contaminación industrial en algunas ciudades ya han hecho que estos escenarios sean mucho más comunes, privando del sol a una buena parte de sus habitantes. Mientras vivimos una trama que pocos autores de ciencia ficción podrían haber predicho, con la pandemia del Covid-19 han surgido tecnologías y diferentes soluciones para intentar contener la propagación de estos enemigos invisibles. ¿Puede el sol, o específicamente la radiación ultravioleta, matar virus y bacterias? ¿Y es efectivo para enfrentar el Coronavirus?
Durante la primera mitad del Siglo II d.C., se levantó en Roma uno de los edificios más emblemáticos de la historia de la arquitectura: el Panteón de Agripa. Su característica principal es una cúpula de concreto artesonado que remata en una abertura central perfectamente redonda. Este óculo dio el puntapié a una serie de proyectos posteriores que notaron el valor de las aberturas circulares, las que fueron replicadas como tragaluces vidriados y como elementos de composición en fachadas, evolucionando, por ejemplo, hacia los detallados y coloridos rosetones de las antiguas basílicas góticas. En todas sus configuraciones, el óculo (del latín Oculus, que significa ojo) se presenta con un simbolismo que va más allá de la ventana tradicional: su proyección luminosa marca con gracia el paso del tiempo, convirtiéndose en un hito que permite destacar solemnemente un espacio o elemento arquitectónico.
En el Día Internacional de la Luz de la UNESCO, el Daylight Award anuncia a los galardonados para el 2020: Juhai Leiviskä por su trabajo de arquitectura, Russell Foster por su trabajo de investigación y, excepcionalmente este año, el premio Daylight Award se otorga a Henry Plummer por los logros conseguidos a lo largo de toda su carrera.
'Mientras Russell Foster estudia la ciencia detrás del efecto de la luz en el comportamiento humano y el bienestar físico y mental, Juha Leiviskä y Henry Plummer abordan los efectos e implicaciones de la luz del día de forma intuitiva a través del diseño arquitectónico, la expresión fotográfica y la mediación verbal de estas respuestas humanas. Ya sea para explicar los efectos neuronales de la luz o invocando la esencia poética de la luz, los galardonados con el premio Daylight Award 2020 nos demuestran el poder de la luz natural', declaró el jurado.
https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/939716/juha-leiviska-russell-foster-y-henry-plummer-reciben-el-premio-daylight-award-2020AD Editorial Team
Campo Baeza afirmaba que “La luz es el material más hermoso, el más rico y el más lujoso utilizado por los arquitectos. El único problema es que se nos da gratuitamente, que está al alcance de todos y no se valora suficientemente” [1]. Numerosos arquitectos y arquitectas coinciden hoy en la importancia de las cuestiones lumínicas a la hora de crear espacios arquitectónicos, reflexionando sobre su calidad, cantidad, matiz y direccionalidad. A pesar de esto, a la hora de determinar las características de sus cerramientos, muchos optan por operar con materiales que aseguren grados de privacidad altos, ya sea mediante la incorporación de elementos opacos o envolventes que tamicen las visuales y diluyan el contacto con los exteriores públicos.
En determinados casos donde las características solares lo permitan, el desarrollo tecnológico actual permite la incorporación de sistemas de cerramiento traslúcidos que aseguren el ingreso de una gran cantidad de luz natural controlada durante el día pero sin que ello implique una pérdida de privacidad. Se trata de los sistemas de paneles autoportantes de vidrio tratado, que ofrecen la posibilidad de generar superficies completamente vidriadas, continuas, homogéneas, sin obstrucciones y translúcidas, que a la vez tamicen las visuales hacia el interior de los espacios. A continuación, presentamos 6 obras localizadas en Argentina que ejemplifican diversos modos de operar con estos sistemas.
Es muy probable que estés leyendo este texto en un espacio interior con las luces encendidas. Con nuestro estilo de vida actual, generalmente pasamos la mayor parte del día en habitaciones cerradas y bañadas en una suma de luces artificiales y naturales. Y aunque las luces artificiales trajeron posibilidades infinitas e incalculables para la humanidad, también causaron cierta confusión en nuestros cuerpos, los que se han adaptado durante miles de años para responder a los estímulos de la luz solar y la oscuridad de la noche. Este es el ritmo o ciclo circadiano, que designa el período de 24 horas basado en el ciclo biológico de casi todos los seres vivos, influenciado principalmente por la luz recibida, pero también por la temperatura y otros estímulos.
El espacio privado generalmente se asocia con ocultar lo que pasa en su interior, garantizando a las personas la posibilidad de tener ciertos momentos de intimidad. Habitualmente, los baños han sido diseñados con este propósito, reduciendo sus aberturas al mínimo o –algunas veces– eliminándolas por completo.
Sin embargo, al ser un espacio tan importante dentro de un edificio, siempre ha sido objeto de nuevas exploraciones por parte de los arquitectos. Una de ellas es la opción de desdibujar los límites de la privacidad –sin perderla–, abriéndolos totalmente al exterior y permitiendo el paso de la brisa. ¿Cómo se siente esta nueva experiencia? Revisa 30 baños abiertos que juegan con el sentimiento del exhibicionismo, sin revelar completamente lo que está sucediendo adentro.