Es curioso ver como se acelera el paso a la privatización en toda la geografía española. Empresas públicas que cada día son menos rentables, mientras que la privada continúa emergiendo. También es curioso ver lo sencillo que es el paso del cargo político al alto cargo en la empresa privada en nuestro país. Es, cuanto menos llamativo, que la ley nunca ha tratado de controlar este hecho, e impedirlo.
La corrupción en España ya es escandalosa. Este ruido nos habla de la comodidad con la que proceden los gobernantes, con total inmunidad. Hoy, la Comunidad de Madrid, con un ayuntamiento en poder del Partido Popular desde hace ya 24 años, ha anunciado que liquidará la Empresa Municipal de Vivienda (EMVS) y Suelo por “no ser viable” y tener una deuda “insostenible”, a pesar de los impuestos y subvenciones.
Esta empresa pública es una de las tres grandes que tiene el PP en Madrid, junto con la EMT (Empresa Municipal de Transportes) y "Madrid Espacios y Congresos" (Madridec, encargada de la gestión del alquiler de edificios), que también ha anunciado un ERE por quiebra.