Resulta notorio para cualquiera con un ligero interés en la demografía, como las ciudades se están volviendo cada vez más densas. La vida rural continúa decreciendo constantemente mientras la vida urbana acelera su desarrollo explosivo. La inclinación ha sido evidente, al menos desde mediados del siglo pasado cuando el geógrafo francés Jean Gottmann inventó la palabra "megalópolis" para describir la urbanización continua desde Boston hasta Washington DC, que entonces contenía una quinta parte de la población de los Estados Unidos. Pero en ninguna parte del mundo el cambio dado del campo a la ciudad ha sido más dramático que el de Asia en la actualidad.
La arquitectura, por su propia definición, implica la construcción de estructuras. Estructuras que están destinadas a servir como espacios de trabajo, vida, devoción religiosa, entre muchos otros fines. Los proyectos e intervenciones arquitectónicas, sin embargo, necesitan un espacio físico para materializarse, y es esta relación intrínseca, entre el espacio y la arquitectura, la que tiene ramificaciones masivas no solo con respecto a la reducción de las emisiones de carbono, sino, lo que es más importante, en la formación de un futuro equitativo arraigado en la justicia climática.
Antes de que el aire acondicionado impulsado por combustibles fósiles estuviera disponible, las personas que vivían en áreas con climas duros no tenían más que medios naturales para ventilar sus espacios y controlar la temperatura interior. Para ello, tomaron en cuenta varios factores externos como su ubicación, la orientación con respecto al sol y al viento, las condiciones climáticas de su zona y también los materiales locales. En este artículo, exploramos cómo las antiguas civilizaciones en Asia occidental y el norte de África han utilizado los atrapavientos para adaptarse al duro clima de su región y proporcionar soluciones de enfriamiento pasivo que todavía se utilizan en la arquitectura contemporánea, demostrando que los enfoques locales de la adaptabilidad climática son fundamentales para el desarrollo del entorno construido actual.
En los últimos años, muchos arquitectos y diseñadores han expresado su compromiso con el desarrollo de una arquitectura más ética y sostenible, haciendo un uso extensivo de materiales locales y técnicas de construcción tradicionales. En este contexto, muchos de ellos buscaron inspiración en sistemas constructivos vernáculos y en su propia cultura e identidad local, reinterpretando viejas soluciones en contextos contemporáneos.
Cuando pensamos en las tendencias de diseño reciclado, no podemos pasar por alto uno de los materiales más conocidos y populares, sostenibles y de uso recurrente por diferentes culturas de todo el mundo: el ratán. Actualmente, se estima que cerca de setecientos millones de personas hacen un uso constante del ratán en sus actividades diarias, y en muchos países del sudeste asiático este material incluso se considera un elemento importante de su propia cultura e identidad local. En este artículo analizamos cómo las formas en las que arquitectos y diseñadores han explorado este versátil material en sus proyectos de arquitectura contemporánea.
Cuando hablamos de arquitectura vernácula, nos referimos al estilo arquitectónico específico de una región – arquitectura que se basa en el uso del conocimiento y los materiales locales para construir edificios. Desde las Casas Colmena de Harran en Turquía, hasta las Casas Malayas tradicionales que se encuentran en todo el sudeste asiático. La arquitectura vernácula de varios lugares continúa siendo una fuente de inspiración para los arquitectos contemporáneos, ya que buscan crear respuestas arquitectónicas sostenibles que se adapten bien a su contexto.
El panorama global de hoy ha sido moldeado por siglos y siglos de migración humana. Este movimiento de personas, de individuos y comunidades que viajan lejos de su lugar de origen para ganarse una vida mejor, ha visto la evolución del carácter arquitectónico y urbano de las ciudades - moldeado por las diversas influencias impulsadas por la migración. Esto ha hecho que en todo el mundo hayan aparecido enclaves en las ciudades, los migrantes se han labrado espacios que tienen un carácter diferente al de otras áreas de la ciudad.
La idea de margen implica la existencia de un centro. Por lo tanto, todo lo que no es parte de la centralidad se considera externo, periférico. La división entre centro / margen, o centro / periferia alcanza no sólo la esfera arquitectónica, sino también la esfera política, social y regional. Por lo tanto, cuando hablamos de oficinas en los márgenes de la arquitectura, también hablamos de prácticas en un campo multidisciplinario, ya que consisten más en una búsqueda para comprender los temas en los que se trabajará y menos en una búsqueda para responder ciertas preguntas. En culturas o contextos marcados por discontinuidades e interrupciones historiográficas, hay un esfuerzo por definir la identidad, pasando por un proceso de autoconocimiento y descubrimiento, y finalmente desarrollar proyectos para responder a demandas específicas. Por lo tanto, la investigación y difusión del conocimiento, así como los métodos alternativos de producción arquitectónica, son pasos importantes en este proceso.
Hong Kong es conocido por sus rascacielos, su densidad urbana y su altísimo costo de vida. Sin embargo, en el documental de Nico van Orshoven, Everywhere in Particular, el arquitecto belga crea un retrato visual del territorio más allá de los estereotipos. Según van Orshoven, sus paisajes naturales y sus espacios públicos pueden sorprenderte.
A continuación, van Orshoven narra su visita a Hong Kong:
El comité Prix Versailles anunció desde la ceremonia continental de Beijing a los ganadores de este año para las regiones "Asia Central y Noreste" y "Asia del Sur y el Pacífico".
24 nuevos proyectos de tiendas, centros comerciales, hoteles y restaurantes fueron adjudicados y ahora los ganadores competirán en la sede de la UNESCO -el 15 de mayo- por la selección mundial del Prix Versailles 2018 .
Esta semana presentamos una selección de las mejores imágenes de arquitectura asiática en época de floración. Son 11 proyectos en Japón y Corea del Sur que incorporan la primaveral belleza de árboles como cerezos y almendros. A continuación, una selección de imágenes de destacados fotógrafos como Miho Museum, Shigetomo Mizuno y Kai Nakamura.